Los Illuminati y el Council on Foreign Relations
Por Myron Fagan
Traducido del inglés por Roberto Hope
Primera Parte
La cuestión de cómo y por qué las
Naciones Unidas son el núcleo de una gran conspiración para
destruir la soberanía de los Estados Unidos y la esclavización del
pueblo americano dentro de una dictadura mundial única de la ONU es
un completo misterio, desconocido por la gran mayoría del pueblo
americano. La razón de este desconocimiento del aterrador peligro
para nuestro país y para todo el mundo libre es simple. Los cerebros
de esta gran conspiración tienen el control absoluto de nuestros
medios de comunicación masiva, especialmente de la televisión, del
radio, de la prensa y de Hollywood. Todos sabemos que nuestro
Departamento de Estado, el Pentágono, y la Casa Blanca han
proclamado impúdicamente que tienen el derecho y el poder de
manipular las noticias, de decirnos no la verdad sino lo que quieren
que creamos. Se han apropiado de ese poder por orden de sus amos en
la gran conspiración, y el objetivo es lavarle el cerebro a la gente
para que acepte el falso señuelo de paz, para transformar a los
Estados Unidos en una unidad esclavizada del gobierno único mundial
de las Naciones Unidas.
Primero que nada, tomen en cuenta que
la llamada acción policíaca en Corea, acometida por los Estados
Unidos, en la cual 150,000 de nuestros hijos fueron muertos o
lisiados, fue parte de la maquinación, al igual que la guerra de
Vietnam, no declarada por el Congreso, en la cual están muriendo
nuestros hijos, es parte de la maquinación, al igual que la guerra
contra Rhodesia y Sud África en la que nuestros hijos estarán
muriendo es parte de la maquinación de la ONU. Sin embargo, la
cuestión vitalmente importante para todos los americanos, todas
ustedes madres de los muchachos que murieron en Corea y ahora están
muriendo en Vietnam, es saber que nuestros llamados dirigentes en
Washington, a quienes elegimos para salvaguardar nuestra nación y
nuestra constitución son traidores y que detrás de ellos está un
grupo de hombres comparativamente pequeño cuyo solo objetivo es
esclavizar la humanidad del mundo entero en su confabulación
satánica del gobierno único mundial.
Ahora, a fin da darles una descripción
muy clara de esta conjura satánica, me trasladaré a sus inicios,
hasta mediados del siglo XVIII, y nombraré a los hombres que
pusieron el plan en marcha y luego traerlos a ustedes al presente —
el estado actual de ese complot. Ahora bien, como cuestión de mayor
entendimiento, término usado por el FBI, permítanme aclarar el
significado de la expresión “él es un liberal”. El enemigo, o
sea los conspiradores por un gobierno mundial único, se han
apropiado de la palabra “liberal” como un instrumento para
encubrir sus actividades. Suena tan inocente, tan humanitario el ser
liberal. Bien, asegúrese de que la persona que se diga liberal o que
sea calificada como liberal no sea, en verdad, un “rojillo”.
Ahora bien, este complot satánico fue
lanzado en los años 1760 cuando nació a la luz bajo el nombre de
los 'Iluminati'. Estos Iluminati fueron organizados por un tal Adam
Weishaupt, nacido judío, que fue convertido al catolicismo y se hizo
sacerdote católico, pero luego, a instancias de la entonces
recientemente establecida Casa Rothschild, apostató y organizó a
los Iluminati. Naturalmente, los Rothschild financiaron esa
operación; y toda guerra que ha habido desde entonces, comenzando
con la Revolución Francesa, ha sido promovida por los Iluminati,
operando bajo distintos nombres y apariencias. Digo que bajo
distintos nombres y apariencias porque luego de que los Iluminati
fueron desenmascarados y se hicieron notorios, Weishaupt y sus
co-conspiradores comenzaron a operar bajo varios otros nombres. En
los Estados Unidos, inmediatamente después de la Primera Guerra
Mundial, establecieron lo que llamaron el 'Council on Foreign
Relations' [Consejo sobre Relaciones Extranjeras], llamado comúnmente
CFR, y este CFR es realmente la organización de los Iluminati en los
Estados Unidos, su jerarquía. Los cerebros en control de los
conspiradores Iluminati originales eran extranjeros, pero para
ocultar ese hecho la mayoría de ellos cambió su apellido a uno que
sonara más americano. Por ejemplo, el apellido original de los
Dillon, Clarence y Douglas Dilllon (uno de ellos Secretario del
Departamento del Tesoro de los Estados Unidos) era Laposky. Volveré
a este punto más adelante,
Hay un establecimiento semejante de los
Iluminati en Inglaterra, que opera bajo el nombre de Royal Institute
of International Affairs. Hay organizaciones similares secretamente
Iluminati en Francia, Alemania y otras naciones, operando bajo
nombres diferentes, y todas esas organizaciones, incluyendo al CFR,
establecen numerosas organizaciones subsidiarias o de fachada que se
infiltran en toda fase de los varios asuntos de las naciones. Pero en
todo tiempo, las operaciones de estas organizaciones eran y son
dirigidas y guiadas por los banqueros internacionales, que a su vez
son controlados por los Rothschild. (Uno de los principales agentes
de este control es la International Bar Association [Asociación
Internacional de Barras de Abogados] y sus miembros independientes,
como la American Bar Association. Es importante notar que hoy en día
hay una barra de abogados en casi cada una de las naciones alrededor
del mundo, que siempre promueven a las Naciones Unidas. Yo tengo una
copia de una resolución de la Barra Americana, que compromete a la
Barra a apoyar y promover a la ONU en toda América.)
Una rama de la familia Rothschild había
financiado a Napoleón; otra rama había financiado a Inglaterra,
Alemania y a otras naciones en las Guerras Napoleónicas.
Inmediatamente después de las Guerras Napoleónicas, los Iluminati
supusieron que todas las naciones estaban tan exhaustas y tan
cansadas de guerras que estarían contentas con cualquier solución,
entonces los esbirros de Rothschild organizaron lo que llamaron el
Congreso de Viena y en esa reunión trataron de constituir la primera
Liga de las Naciones, su primer intento de un gobierno mundial único,
bajo la teoría de que las cabezas coronadas de todos los gobiernos
europeos estaban tan profundamente endeudadas con ellos, que
voluntaria o involuntariamente servirían de esbirros suyos. Pero el
Zar de Rusia olió el hedor del complot y lo torpedeó por completo.
Furioso, Nathan Rothschild, el entonces cabeza de la dinastía, juró
que algún día él o sus descendientes habrían de destruir al Zar y
a toda su familia, y logró ejecutar esa misma amenaza en 1917. En
este punto tengan en cuenta que los Iluminati no fueron establecidos
sobre una base de corto plazo. Normalmente un conspirador de
cualquier tipo entra en una conspiración con la expectativa de
lograr su objetivo durante su propia vida. Pero ese no es el caso de
los Iluminati. Cierto, esperaban lograr su objetivo durante su propia
vida, pero parafraseando “La función debe continuar,” los
Iluminati operan sobre una base de muy largo plazo. Si lleva
veintenas de años o hasta siglos, han dedicado a sus descendientes a
mantener la olla hirviendo hasta cuando el objetivo de la
conspiración se logre como lo esperan.
Ahora regresemos al nacimiento de los
Iluminati. Adam Weishaupt fue un profesor de derecho canónico
instruido por los jesuitas, que enseñaba en la Universidad de
Engelstock, cuando defeccionó del cristianismo para abrazar la
conspiración luciferina. Fue en 1770 que los prestamistas
profesionales, la entonces recientemente organizada Casa Rothschild,
le encargó revisar y actualizar los protocolos del Sionismo, los
cuales desde el principio estaban ideados para darle a la 'Sinagoga
de Satanás', así llamada por Jesucristo [y que son “aquéllos que
dicen que son judíos y no lo son”] el dominio final del mundo para
que pudieran imponer la ideología luciferina sobre lo que quedara de
la raza humana después del cataclismo social final causado por el
empleo de un despotismo satánico. Weishaupt acabó su tarea el 1°
de mayo de 1776. Ahora ya saben por qué ese es un gran día que se
celebra en todas las naciones comunistas del mundo hasta nuestros
días (el 1° de mayo es también el día de los abogados como ha
sido declarado por la Barra Americana de Abogados). [La celebración
del 1° de mayo viene de tiempo mucho más atrás en la historia, y
el día fue escogido por las razones antiguas, que vienen del
paganismo, de la adoración de Baal, y envuelve la adoración a
Satanás].
Ese fue el día, 1° de mayo de 1776,
en que Weishaupt terminó su plan y oficialmente organizó a los
Iluminati para poner el plan en ejecución. El plan requería la
destrucción de todos los gobiernos y religiones existentes. Ese
objetivo habría de ser alcanzado dividiendo a las masas de gente,
las cuales Weishaupt llamaba “goyismo” o ganadería humana, en
bandos opuestos entre sí, en número cada vez mayor, en cuestiones
políticas, sociales, económicas y de otra naturaleza — las mismas
condiciones que tenemos en nuestro país hoy en día. Los bandos
opuestos serían luego armados y serían provocados los incidentes
que les llevaran a pelearse y debilitarse, y gradualmente destruir
los gobiernos nacionales y las instituciones religiosas. Repito, las
mismas condiciones en que se encuentra el mundo hoy en día.
En este punto, permítanme hacer
énfasis en una característica primaria de los planes de los
Iluminati. Cuando y si su proyecto de control del mundo, los
'Protocolos de los Sabios de Sion', fuera descubierto y exhibido,
arrasarían de la faz de la tierra a todos los judíos, a fin de
desviar la sospecha lejos de ellos mismos. Si ustedes creen que esto
es demasiado descabellado, tengan en cuenta que ellos le permitieron
a Hitler, él mismo un socialista liberal que fue financiado por
Kennedy, los Warburg y los Rothschild, incinerar a 600,000 judíos.
Ahora bien ¿por qué exactamente los
conspiradores escogieron la palabra Iluminati como nombre de su
organización satánica? El propio Weishaupt dijo que la palabra se
deriva de Lucifer y significa: “portador de la luz.” Usando la
mentira de que su objetivo era hacer surgir un gobierno mundial único
para permitir a aquéllos que tuvieran la capacidad mental para
gobernar al mundo y evitar todas las guerras en el futuro. En pocas
palabras: “paz en la tierra” como su señuelo, exactamente en la
forma como el mismo señuelo; “paz” fue utilizado por los
conspiradores de 1945 para forzar a las Naciones Unidas sobre
nosotros. Weishaupt, financiado, lo repito, por los Rothschild,
reclutó unos 2,000 seguidores pagados. Éstos incluían a los
hombres más inteligentes en los campos de las artes, las letras, la
educación, las ciencias, las finanzas y la industria. Luego
estableció logias del Gran Oriente; logias masónicas, para que
fueran sus cuarteles generales secretos y, repito nuevamente, en todo
esto él estuvo actuando bajo las órdenes de la Casa de Rothschild.
Las principales características del plan de operación de Weishaupt
requería que sus Iluminati hicieran lo siguiente para ayudarlos a
lograr su propósito:
- Emplear soborno monetario y sexual
para conseguir el control de hombres que ya ocuparan altos cargos en
los diversos niveles de gobierno y de otros campos de emprendimiento.
Una vez que las personas influyentes hubieran caído por las
mentiras, engaños y tentaciones de los Iluminati, habrían de ser
mantenidos en sumisión mediante la aplicación de chantaje, político
y de otro tipo, amenazas de ruina financiera, exhibición pública y
daño físico, y hasta la muerte de ellos o de sus familiares
queridos.
¿Se imaginan cuántos altos
funcionarios en nuestro gobierno actual en Washington son controlados
justo de esa manera por el CFR? ¿Se imaginan cuántos homosexuales
en nuestro Departamento de Estado, en el Pentágono, en todas las
administraciones federales y hasta en la Casa Blanca son controlados
de esa manera?
Los lluminati y los claustros de
profesores de preparatorias y de universidades habrían de cultivar
estudiantes que posean una capacidad mental excepcional y que
pertenezcan a familias bien educadas con inclinaciones
internacionales, y recomendarlos para recibir una capacitación
especial en internacionalismo. Tal capacitación habría de ser
proporcionada otorgando becas a aquéllos que fueran seleccionados
por los Iluminati.
"Eso les dará una idea de lo que
significan las Becas Rhodes. Significan indoctrinación para que
acepten la idea de que solamente un gobierno único mundial puede
ponerles fin a las guerras y pugnas recurrentes. Así fue como
vendieron la ONU al pueblo americano. Uno de los becados Rhodes más
notables que tenemos en nuestro país es el Senador William J.
Fulbright, que a veces se refieren a él como halfbright. Todo su
historial de votación señala Iluminati. Todos estos becados
tuvieron primero que ser persuadidos y luego convencidos de que los
hombres con un talento especial y mucho cerebro tienen derecho de
gobernar a aquéllos menos dotados, por razón de que las masas no
saben lo que es mejor para ellas física, mental y espiritualmente.
Adicionalmente a las Becas Rhodes y otras similares, hay ahora tres
escuelas especiales de los Iluminati, ubicados en Gordonstown,
Escocia, Salem, Alemania y Anavryta, Grecia. Estas tres son las
conocidas, pero hay otras que se mantienen encubiertas. El Príncipe
Felipe, marido de la Reina Isabel II de Inglaterra, se educó en
Gordonstown (como lo fue también el Príncipe Carlos) a exhortación
de su tío, Lord Louis Mountbatten, pariente de los Rothschild, quien
llegó a ser Almirante de la Flota luego de que terminó la Segunda
Guerra Mundial.
Toda la gente influyente atraída para
quedar bajo el control de los Iluminati, además de los estudiantes
que han sido educados y capacitados especialmente para ser utilizados
como agentes, son colocados tras bastidores en todos los gobiernos,
como expertos y especialistas, para que aconsejen a los ejecutivos
del más alto nivel a que adopten políticas que en el largo plazo
sirvan para hacer avanzar los planes secretos de los Iluminati, de
establecer un gobierno mundial único, y llevar a efecto la
destrucción de las religiones y de los gobiernos a cuyo servicio
fueron designados o electos. ¿Saben ustedes cuántos hombres así
operan en nuestro gobierno en este mismo momento? Rusk, McNamara,
Hubert Humphrey, Fulbright, Keekle,. y la lista sigue y sigue.
— Quizás la admonición más vital
del plan de Weishaupt fue la de conseguir el control absoluto de la
prensa, en esa época el único medio de comunicación masiva, para
distribuir información entre el público a fin de que todas las
noticias e información fuesen sesgadas de manera que las masas
pudieran ser convencidas de que la única solución para nuestros
múltiples y diversos problemas es el establecimiento de un gobierno
único mundial ¿Saben ustedes quiénes son los dueños y controlan
nuestros medios de comunicación masiva? Les diré: Prácticamente
todos los estudios de cine en Hollywood son propiedad de los Lehman,
de Kuhn Loeb and Company, de Goldman Sachs y de otros banqueros
internacionales. Todas las cadenas de radio y de canales de
televisión en la nación están controlados por esos mismos
banqueros internacionales. Lo mismo es cierto para todas las cadenas
de periódicos metropolitanos y de revistas, así como los servicios
cablegráficos de noticias, tales como Associated Press, United Press
International, etc. Los supuestos dirigentes de todos esos medios son
meramente mandatarios de los banqueros internacionales, quienes a su
vez componen la jerarquía de la CFR, los Iluminati en Estados Unidos
hoy en día.
Ahora pueden ustedes comprender por qué
Sylvester, el agente de prensa del Pentágono, tan desvergonzadamente
proclamó que el gobierno tiene el derecho de mentirle al pueblo. Lo
que realmente quería decir es que nuestro gobierno, controlado por
el CFR, tiene la facultad de mentirle al pueblo americano y ser
creído por estar éste lavado de cerebro.
Volvamos a los primeros días de los
Iluminati. Debido a que Inglaterra y Francia eran las dos mayores
potencias mundiales a finales del Siglo XVIII, Weishaupt ordenó a
los Iluminati que fomentaran las guerras coloniales, incluyendo
nuestra Guerra Revolucionaria, para debilitar el Imperio Británico y
organizar la Revolución Francesa, que comenzó en 1789. Sin embargo,
en 1784, un verdadero acto de Dios puso al gobierno de Baviera en
poder de evidencia que probaba la existencia de los Iluminati y esa
evidencia habría podido salvar a Francia si ella, el gobierno
francés no se hubiera rehusado a darle crédito. Así es cómo
ocurrió ese acto de Dios: Fue en 1784 que Weishaupt emitió sus
órdenes para la revolución en Francia.
Un escritor alemán, de apellido Zweig,
lo puso en forma de libro: Contenía toda la historia de los
Iluminati y los planes de Weishaupt. Un ejemplar de este libro fue
enviado a los Iluministas en Francia, que eran encabezados por
Robespierre, en quien Weishaupt había delegado el fomentar la
Revolución en Francia. Al correo le cayó un rayo que lo mató
mientras cabalgaba en su trayecto de Francfort a París. La policía
encontró los documentos subversivos en su cadáver y los turnó a la
autoridad apropiada. Luego de un estudio cuidadoso del complot, el
gobierno bávaro ordenó a la policía que cateara las recién
organizadas Logias del “Gran Oriente” y las casas de sus
asociados más influyentes. Toda la evidencia adicional descubierta
de esa manera convenció a las autoridades, de que los documentos
eran copias genuinas de la conspiración mediante la cual los
Iluminati planeaban utilizar guerras y revoluciones para llevar a
efecto el establecimiento de un gobierno mundial único, cuyos
poderes ellos, encabezados por los Rothschild, pretendían usurpar
tan pronto como estuviera establecido, en línea exactamente con el
designio de las Naciones Unidas hoy en día.
En 1785, el gobierno bávaro proscribió
a los Iluminati y clausuró las Logias del Gran Oriente. En 1786
publicaron todos los detalles de la conspiración. El título de esa
publicación fue “Los Escritos Originales de la Orden y Secta de
los Iluminati”. Ejemplares de esa publicación fueron enviados a
todos los dirigentes de la Iglesia y del estado en Europa. Pero el
poder de los Iluminati, que de hecho era el poder de los Rothschild,
era tan grande que no se le hizo caso a esa advertencia. No obstante
Iluminati se convirtió en una mala palabra y se pasó a la
clandestinidad.
Al mismo tiempo, Weishaupt instruyó a
los Iluminati que se infiltraran en las logias de la “Masonería
Azul”, y formaron sus propias sociedades secretas dentro de las
sociedades secretas. Solamente los masones que demostraran ser
internacionalistas y aquéllos cuya conducta probara que habían
defeccionado de Dios eran iniciados como Ilumnati. De ahí en
adelante, los conspiradores se pusieron la capa de la filantropía y
del humanitarismo para esconder sus actividades revolucionarias y
subversivas. A fin de infiltrarse en las logias masónicas de
Inglaterra, Weishaupt invitó a John Robison a Europa. Robison era un
masón de alto grado en el Rito Escocés. Era profesor de filosofía
natural en la Universidad de Edinburgo y secretario de la Sociedad
Real de Edinburgo. Robison no cayó en el engaño de que el objetivo
de los Iluminati fuera el crear una dictadura benévola, pero se
guardó tan bien sus impresiones para sí, que le confiaron un
ejemplar de la conspiración actualizada de Weishaupt para su estudio
y conservación.
De todos modos, debido a que los
dirigentes de iglesia y estado en Francia fueron engañados para que
no hicieran caso de las advertencias, la revolución estalló en 1789
como lo había programado Weishaupt. A fin de alertar a los gobiernos
del peligro en que estaban, Robison publicó un libro intitulado
“Prueba de una Conspiración para Destruir todos los Gobiernos y
Religiones”, pero sus advertencias fueron desatendidas, de la misma
manera en que nuestro pueblo americano ha estado pasando por alto
todas las advertencias acerca de las Naciones Unidas y el Consejo
sobre Relaciones Extranjeras (permítanme agregar aquí, que si la
gente de este planeta siguiera las palabras de Jesucristo nada de
esto podría ocurrir; solo piensen que si la gente común se rehusara
a hacer juramentos, no habría cobijo para estos hombres
despreciables.)
Ahora, aquí hay algo que va a pasmar y
muy probablemente enfurecer a muchos de los que escuchen esto; pero
hay prueba documental de que nuestros propios Thomas Jefferson y
Alexander Hamilton se hicieron estudiosos de Weishaupt. Jefferson fue
uno de los más fuertes defensores de Weishaupt cuando fue proscrito
por su gobierno, y fue Jefferson quien infiltró a los Iluminati
dentro de las entonces recientemente organizadas logias del Rito
Escocés en la Nueva Inglaterra. Aquí va la prueba:
En 1789, John Robison alertó a todos
los dirigentes masónicos, que los Iluminati se habían infiltrado en
sus logias, y el 19 de julio de 1789, David Papen, Presidente de la
Universidad de Harvard, hizo la misma advertencia a la clase que se
graduaba, y les predicó acerca de cómo la influencia del Iluminismo
estaba impactando la política y la religión en los Estados Unidos;
y para acabar, John Quincy Adams, que había organizado las logias
masónicas de Nueva Inglaterra, lanzó sus admoniciones. Escribió
tres cartas al Coronel William L. Stone, un masón de alto grado, en
las cuales explicaba cómo Jefferson estaba utilizando las logias
masónicas para fines Iluminísticos subversivos. Esas tres cartas se
encuentran ahora mismo en la Biblioteca de la Plaza Whittenburg en
Filadelfia. En pocas palabras, Jefferson, fundador del Partido
Demócrata, fue un miembro de los Iluminati, lo cual por lo menos en
parte explica la condición de ese partido en esta época, y mediante
infiltración en el Partido Republicano, tenemos exactamente nada de
un leal americanismo hoy en día.
Ese desastroso desaire creado por el
Zar de Rusia en el Congreso de Viena de ninguna manera destruyó la
conspiración de los Iluminati. Meramente los forzó a adoptar una
nueva estrategia, percatándose de que la idea de un gobierno mundial
único había, de momento, muerto. Los Rothschild decidieron que para
mantener viva la conjura tendrían que acrecentar su control sobre el
sistema monetario de las naciones europeas.
Con anterioridad, mediante una
estratagema, Rothschild precipitó un terrible pánico financiero en
el marcado de valores de Inglaterra, falseando la noticia del
desenlace de la Batalla de Waterloo, diseminando el rumor de que
Napoleón había tenido una mala batalla. Todas las acciones se
desplomaron hasta prácticamente cero y Nathan Rothschild compró
todas las acciones virtualmente a centavo por cada peso. Eso le dio
un control completo de la economía de Inglaterra y de prácticamente
toda Europa. De modo que, inmediatamente de que el Congreso de Viena
resultó un fracaso, Rothschild había forzado a Inglaterra a
establecer un Banco de Inglaterra, sobre el cual él tendría control
absoluto, exactamente como después, a través de Jacob Schiff, se
diseñó nuestra Ley de la Reserva Federal, que le daría a la Casa
Rothschild un control secreto de la economía de los Estados Unidos.
Pero ahora, por el momento, repasemos las actividades de los
Iluminati en los Estados Unidos.
En 1826 un tal Capitán William Morgan
decidió que era su deber informar a todos los masones y al público
en general de lo que era plena prueba relacionada con los Iluminati,
sus planes secretos, los objetivos que tienen, así como revelar la
identidad de los cerebros de la conspiración. Los Iluminati pronto
enjuiciaron a Morgan in absentia y lo condenaron por traición.
Ordenaron a un tal Richard Howard, Iluminista inglés que llevara a
efecto su sentencia de ejecución por traición. Morgan fue alertado
y trató de escapar a Canadá, pero Howard lo alcanzó cerca de la
frontera, cerca de la garganta del Niágara, para ser exactos, donde
lo asesinó. Esto fue verificado mediante una declaración jurada
dada en Nueva York por un tal Avery Allen en el sentido de que él
había oído a Howard rendir su informe de la ejecución ante una
asamblea de los “Caballeros Templarios” en Saint John's Hall en
Nueva York. También explicó cómo se habían hecho los arreglos
para embarcar a Howard de regreso a Inglaterra. Esa declaración
jurada de Allen está en los archivos de la Ciudad de Nueva York.
Pocos masones y muy pocos entre el
público en general saben de que la desaprobación general que hubo
entre los masones por ese incidente de asesinato causó que
aproximadamente la mitad de los masones de la jurisdicción del norte
de los Estados Unidos defeccionaran. Todavía existen copias de las
actas de las reuniones que se tuvieron para tratar ese asunto y se
encuentran en manos seguras, y todo ese afán de mantenerlo en
secreto enfatiza el poder que tienen las cabezas de los Iluminati
para evitar que hechos tan terribles de la historia se enseñen en
nuestras escuelas.
A principios de los 1850s, los
Iluminati tuvieron una reunión secreta en Nueva York, en la que
habló un Iluminista inglés apellidado Wright. Quienes asistieron
fueron informados de que los Iluminati se estaban organizando para
unir a los grupos nihilistas y ateos con otros grupos subversivos
dentro de un grupo internacional que habría de ser conocido como los
Comunistas. Ahí fue cuando el término comunista salió a la luz por
primera vez, y se pretendía que fuera el arma suprema y la palabra
intimidatoria para aterrar al mundo entero y embaucar a los pueblos
aterrorizados a caer en la trampa del gobierno mundial único. Esta
estratagema: el 'comunismo' habría de ser usado para permitir a los
Iluminati fomentar guerras y revoluciones en el futuro. Clinton
Roosevelt, ancestro directo de Franklin Roosevelt, Horace Greeley y
Chales Dana, los más prominentes editores de periódicos en esa
época, fueron designados para encabezar un comité que recaudara
fondos para ese nuevo proyecto. Por supuesto, la mayor parte de los
fondos fue proporcionada por los Rothschild, y este fondo fue usado
para financiar a Karl Marx y a Engels cuando escribieron 'Das
Kapital' y el 'Manifiesto Comunista' en el barrio Soho de Londres,
Inglaterra. Y esto claramente revela que el comunismo no es una
llamada ideología sino un arma secreta; una palabra-espantajo que
sirve los propósitos de los Iluminati.
Weishaupt murió en 1830, pero antes de
su muerte, preparó una versión actualizada de la añeja conjura de
los Iluminati, la que bajo varios alias habría de organizar,
financiar, dirigir y controlar todos los grupos y organizaciones
internacionales, desarrollando a sus agentes para ocupar los más
altos cargos ejecutivos. En los Estados Unidos tenemos a Woodrow
Wilson, Franklin Roosevelt, Jack Kennedy, Johnson, Rusk, McNamara,
Fulbright, George Bush, etc. como ejemplos prominentes. Además,
cuando Karl Marx estaba escribiendo el 'Manifiesto Comunista' bajo la
dirección de un grupo de Iluministas, el Profesor Karl Ritter de la
Universidad de Francfort estaba escribiendo la antítesis bajo la
dirección de otro grupo. La idea era que aquéllos que dirigen la
conspiración general pudieran utilizar las diferencias entre esas
dos llamadas ideologías para permitirles dividir a números siempre
mayores de la raza humana en bandos opuestos, a manera de que
pudieran ser armados y luego indoctrinados para enfrentarse y
destruirse mutuamente. Y particularmente para destruir todas las
instituciones políticas y religiosas. La obra que comenzó Ritter
fue continuada y terminada después de su muerte por el llamado
filósofo Friedrich Wilhelm Nietzche, iniciador del Nietzcheanismo.
Este Nietzcheanismo evolucionó en Fascismo y luego el Nazismo fue
utilizado para fomentar las Guerras Mundiales I y II.
En 1834, el revolucionario italiano
Giuseppe Mazzini fue seleccionado por los Iluminati para dirigir su
programa revolucionario en todo el mundo. Se desempeñó en esa tarea
hasta su muerte en 1872, pero unos años antes de morir, Mazzini
había inducido a un general americano llamado Albert Pike a
incorporarse a los Iluminati. Pike se fascinó con la idea de un
gobierno único mundial y acabó siendo la cabeza de esta
conspiración luciferina Entre 1859 y 1871, Pike delineó un
itinerario militar para provocar tres guerras mundiales y varias
revoluciones alrededor del mundo, que él consideraba que haría
avanzar la conspiración hasta su etapa final en el siglo 20. Otra
vez, les recuerdo que estos conspiradores nunca se preocuparon por el
éxito inmediato. También operaban con una perspectiva a largo
plazo. Pike hizo la mayor parte de su trabajo en su casa en Little
Rock, Arkansas. Pero pocos años después, cuando las logias
Iluminati del Gran Oriente se hicieron sospechosas y eran repudiadas
debido a las actividades revolucionarias de Mazzini en Europa, Pike
organizó lo que él llamó el Nuevo Rito Paladiano Reformado.
Estableció tres Consejos Supremos, uno en Charleston, Carolina del
Sur, otro en Roma, Italia y un tercero en Berlín, Alemania. Le
encargó a Mazzini establecer 23 consejos subordinados en lugares
estratégicos alrededor del mundo. Éstos han sido los cuarteles
generales del movimiento revolucionario desde entonces.
Mucho antes de que Marconi inventara el
radio, unos científicos entre los Iluminati habían encontrado la
forma como Pike y los dirigentes de sus concilios podían comunicarse
secretamente. Fue el descubrimiento de ese secreto lo que permitió a
oficiales de inteligencia entender cómo incidentes aparentemente no
relacionados entre sí, como el asesinato del Príncipe Austriaco en
Serbia, tenían lugar simultáneamente alrededor del mundo, que se
tornaban en una guerra o una revolución. El plan de Pike era tan
sencillo como ha probado ser efectivo. Requería que se organizaran
movimientos internacionales como el comunismo, el Nazismo, el
sionismo político y otros, que se usaran para provocar tres guerras
mundiales globales y al menos dos grandes revoluciones.
La primera guerra mundial habría de
ser luchada a fin de permitir a los Iluminati destruir al Zar de
Rusia, como lo juraron los Rothschild cuando el Zar echó abajo su
plan en el Congreso de Viena, y para transformar a Rusia en un
bastión del comunismo ateo. Las diferencias sembradas por los
agentes de los Iluminati entre los imperios británico y germánico
habrían de ser usadas para fomentar esta guerra. Después de que la
guerra terminara, el comunismo se haría crecer y se usaría para
destruir otros gobiernos y para debilitar las religiones,
La segunda guerra mundial, cuando fuera
necesaria, y si lo fuera, habría de fomentarse entre los Fascistas y
los sionistas políticos, y aquí déjenme observar que Hitler fue
financiado por Krupp, los Warburg, los Rothschild y otros banqueros
internacionales y que la supuesta matanza de 6,000,000 de judíos por
Hitler en nada les molestaba a los banqueros internacionales judíos.
Esa matanza era necesaria a fin de crear un odio mundial hacia el
pueblo alemán y así provocar la guerra contra ellos. En pocas
palabras, esta segunda guerra mundial habría de pelearse para
destruir el Nazismo e incrementar el poder del sionismo político a
fin de que el Estado de Israel pudiera establecerse en Palestina.
Durante esta segunda guerra mundial, el
comunismo internacional habría de ser fortalecido hasta que igualara
en fuerza a la de la cristiandad unida. Cuando llegara a ese punto,
habría de ser contenido y mantenerse sometido hasta que fuera
necesitado para el cataclismo social final. Como lo sabemos ahora,
Roosevelt, Churchill y Stalin pusieron a efecto esa política, y
Truman, Eisenhower, Kennedy, Johnson y George Bush siguieron
exactamente esa política.
La tercera guerra mundial habría de
ser provocada empleando las así llamadas controversias que están
ahora siendo incitadas por los agentes de los Iluminati operando bajo
cualquier nombre nuevo, entre los políticos sionistas y los
caudillos del mundo musulmán. Esa guerra habrá de ser conducida de
manera tal que todo el Islam y el sionismo político (los israelitas)
se destruyan el uno al otro mientras que simultáneamente, el resto
de las naciones, divididas una vez más por este asunto, serán
forzadas a pelear entre sí hasta llegar a un estado de agotamiento
completo; físico, mental, espiritual y económico.
Ahora bien ¿puede cualquier persona
pensante dudar de que las intrigas que están sucediendo en el Medio
Oriente y en el Lejano Oriente han sido ideadas para lograr ese
objetivo satánico? El mismo Pike afirmó que, luego de que termine
la tercera guerra mundial, aquéllos que aspiren a una dominación
indisputada del mundo van a provocar el mayor cataclismo social que
el mundo jamás haya visto. Citando sus propias palabras, tomadas de
la carta que escribió a Mazzini y que ahora está catalogada en el
Museo Británico en Londres, Inglaterra, dijo:
“Habremos de desplegar a los
nihilistas y a los ateos y provocar un gran cataclismo social que en
todo su horror mostrará claramente a todas las naciones el efecto
del ateísmo absoluto; los orígenes del salvajismo y la más
sangrienta convulsión. Entonces, en todas partes, la gente será
forzada a defenderse contra la minoría mundial de revolucionarios
globales, y exterminarán a estos destructores de la civilización, y
las multitudes desilusionadas del cristianismo, cuyos espíritus
estarán desde ese momento sin dirección ni acaudillamiento, y
ansiosos de un ideal, pero sin saber a dónde dirigir su adoración,
recibirán la luz verdadera mediante la manifestación universal de
la doctrina pura de Lucifer sacada finalmente a la luz pública.
Manifestación que resultará de un movimiento reaccionario general
que seguirá la destrucción del cristianismo y del ateísmo, ambos
conquistados y exterminados al mismo tiempo”
Aquéllos que ahora forman parte de la
conspiración (en los Estados Unidos el CFR y en Inglaterra la RIIA)
dirigen nuestros gobiernos, a los cuales tienen sometidos
usurariamente, por métodos tales como el Sistema de la Reserva
Federal de los Estados Unidos, para conducir guerras como la de
Vietnam (creada por las Naciones Unidas), a fin de hacer avanzar los
planes de Pike para los Iluminati, de llevar al mundo a tal etapa de
la conspiración cuando el comunismo ateo y todo el mundo cristiano
se batan en una guerra total mundial dentro de cada una de las
naciones que queden, así como en una de escala internacional.
Cuando Mazzini murió en 1872, Pike
designó como sucesor de él a otro dirigente llamado Adrián Lemmy.
Lemmy, a su vez, fue sucedido por Lenin y Trotsky, luego por Stalin.
Las actividades revolucionarias de todos esos hombres fueron
financiadas por banqueros internacionales ingleses, franceses,
alemanes y estadounidenses, todos ellos dominados por la casa de
Rothschild. Se supone que debemos creer que los banqueros
internacionales de nuestros días, como los cambistas de monedas en
la época de Cristo, son sólo los instrumentos o agentes de la gran
conspiración, pero de hecho son los cerebros detrás de todos los
medios de comunicación masiva que tratan de hacernos creer que el
comunismo es un movimiento de los así llamados trabajadores. Lo
cierto es que agentes de inteligencia tienen evidencia documental
auténtica de que los liberales internacionales, operando por medio
de sus casas bancarias internacionales, y en particular la casa de
Rothschild, han financiado a ambos bandos en cada una de las guerras
y revoluciones desde 1776.
El cuartel general de la gran
conspiración a finales de los 1700 estaba en Francfort, Alemania,
donde la Casa Rothschild había sido establecida por Mayr Amschel,
quien adoptó el nombre de Rothschild y unió a otros financieros
internacionales que literalmente habían vendido sus almas al diablo.
Luego de su desenmascaramiento por el gobierno bávaro en 1786, los
conspiradores mudaron sus cuarteles generales a Suiza, luego a
Londres. Desde la Segunda Guerra Mundial (luego de que ya había
muerto Jacob Schiff, el agente de Rothschild en los Estados Unidos),
el cuartel general de la rama norteamericana ha permanecido en el
edificio Harold Pratt en la ciudad de Nueva York, y los Rockefeller,
protectores originales de Schiff, han acaparado la manipulación de
las finanzas en América para los Iluminati.
En las fases finales de la
conspiración, el gobierno único mundial habrá de consistir en el
rey-dictador que encabece las Naciones Unidas, el CFR y unos cuantos
billonarios, economistas y científicos que hayan probado su devoción
a la gran conspiración. Todos los demás habrán de ser integrados
en un amplio conglomerado de humanidad mestizada, realmente esclavos.
Ahora, permítanme mostrarles cómo
nuestro gobierno federal y el pueblo americano han sido engatusados a
caer en la maquinación de la gran conspiración de los Iluminati, y
tengan presente que las Naciones Unidas fueron creadas para volverse
la sede de esa así llamada liberal conspiración por el gobierno
único. Los fundamentos reales del complot para el sojuzgamiento de
los Estados Unidos fueron puestos durante el tiempo de nuestra Guerra
Civil. No que Weishaupt y los cerebros anteriores hubieran pasado por
alto al nuevo mundo. Como lo dije previamente, Weishaupt había
plantado aquí agentes desde la Guerra de la Independencia.
Fue durante la Guerra Civil cuando los
conspiradores lanzaron sus primeros esfuerzos concretos. Sabemos que
Judah Benjamin, principal asesor de Jefferson Davies, era un agente
de Rothschild. También sabemos que había agentes de Rothschild
plantados en el gabinete de Abraham Lincoln, que trataron de venderle
un negocio financiero con la Casa Rothschild. Pero el viejo Abe se
las olió y secamente rechazó la oferta, incurriendo en la enemistad
casada de los Rothschild, exactamente como le sucedió al Zar de
Rusia cuando echó abajo su primera Liga de las Naciones en el
Congreso de Viena. Las investigaciones del asesinato de Lincoln han
puesto en descubierto que Booth era miembro de un grupo secreto de la
conspiración. Como un número de importantes funcionarios de
gobierno estaban inmiscuidos, el nombre del grupo nunca fue revelado
y se volvió un misterio, exactamente como sucedió con el asesinato
de Jack (John F.) Kennedy, que sigue siendo un misterio pero estoy
seguro de que no seguirá siendo un misterio por mucho tiempo. Así
pues, la terminación de la Guerra Civil destruyó temporalmente las
oportunidades de la Casa Rothschild de adquirir un asimiento sobre
nuestro sistema monetario, tal como lo habían logrado en Inglaterra
y otras naciones de Europa. Digo temporalmente porque los Rothschild
y los cerebros de la conspiración nunca se dan por vencidos; por lo
tanto, tuvieron que comenzar nuevamente desde cero, pero no perdieron
tiempo alguno para comenzar.
Poco después de la Guerra Civil, un
joven inmigrante, que se llamaba Jacob H. Schiff, llegó a Nueva
York. Jacob era un hombre joven con una misión que desarrollar para
la Casa Rothschild. Jacob era hijo de un rabino, que había nacido en
una de las casas de Rothschild en Francfort, Alemania. Profundizaré
en sus antecedentes. El punto importante es que Rothschild reconoció
en él no solamente un potencial mago del dinero; sino que, de mayor
importancia, vio también las cualidades maquiavélicas latentes en
Jacob, que podían, como sucedió, hacerlo un valioso funcionario en
la gran conspiración por un gobierno mundial único. Luego de un
período de capacitación en el Banco Rothschild de Londres, Jacob
partió hacia América con instrucciones de comprar participación en
alguna casa bancaria que habría de ser el trampolín para adquirir
control sobre el sistema monetario de los Estados Unidos. De hecho,
Jacob vino aquí a llevar a cabo cuatro encomiendas específicas:
La primera y más importante era
adquirir control sobre el sistema monetario de los Estados Unidos.
La segunda era encontrar hombres
destacados que, por un precio, estuvieran dispuestos a servir de
instrumentos para la gran conspiración, y promoverlos a altos cargos
en nuestro gobierno federal, nuestro Congreso, la Suprema Corte de
los Estados Unidos y todas las agencias federales.
La tercera era crear disputas con los
grupos minoritarios en toda la nación, particularmente entre los
blancos y los negros.
La cuarta era crear un movimiento para
destruir la religión en los Estados Unidos, siendo el cristianismo
el principal objetivo.
Como dije, el primero y más importante
objetivo era adquirir control sobre el sistema monetario de los
Estados Unidos. Veamos los pasos que siguió Schiff para lograr ese
objetivo. Como primer paso tenía que adquirir participación en
alguna casa bancaria, pero tenía que ser un tipo de banco en el cual
él pudiera obtener control absoluto, y amoldarla para ese objetivo
primario de sujetar nuestro sistema monetario. Luego de explorar
cuidadosamente el medio, Jacob adquirió una parte societaria en una
firma que se llamaba Kuhn & Loeb. Al igual que Schiff, Kuhn y
Loeb eran inmigrantes que habían venido de los guetos judíos
alemanes. Habían llegado a los Estados Unidos a mediados de los
1840s y ambos habían comenzado sus carreras de negocio como
vendedores itinerantes. Al principio de los 1850s, unieron sus
negocios y establecieron una tienda de mercancías generales en
Lafayette, Indiana bajo la razón social Kuhn & Loeb, dando
servicio a los colonizadores que viajaban hacia el Oeste en sus
carretas cubiertas. En los años siguientes, establecieron tiendas
semejantes en Cincinnatti y St. Louis. Luego añadieron el negocio de
casa de empeño a sus objetivos de comercialización. De eso a
prestamistas fue un paso corto y rápido.
Para cuando Schiff apareció en escena,
Kuhn & Loeb ya era una conocida banca privada y en ésta fue en
la que Jacob Schiff compró participación. Schiff se casó con la
hija de Loeb, Teresa, luego compró la participación de Kuhn y mudó
la sede de la firma a Nueva York, y el nombre Kuhn & Loeb se
cambió a Kuhn, Loeb & Company, banqueros internacionales, con
Jacob Schiff, agente de los Rothschild, ostensiblemente como su único
dueño. Y durante toda su carrera, esta mezcla de Judas y Maquiavelo,
el primer jerarca de la gran conspiración Iluminati en América, se
hacía pasar por generoso filántropo y hombre de gran santidad, la
política de disimulo planteada por los Iluminati.
Como lo dije, el primer gran paso de la
conspiración habría de ser el de dominar nuestro sistema monetario.
Para lograr ese objetivo, Schiff tuvo que obtener la completa
cooperación de los entonces grandes elementos bancarios en los
Estados Unidos, y eso era más fácil de decirse que de hacerse.
Desde esos años, Wall Street ya era el corazón de mercado de dinero
en América, y J.P. Morgan era su dictador. Siguientes en la línea
estaban los Drexel y los Biddle en Filadelfia. Todos los demás
financieros bailaban a la música de esas tres casas, pero
particularmente a la de Morgan. Todos esos tres eran potentados
altivos, orgullosos y arrogantes.
Durante los primeros años, veían con
total desprecio al pequeño hombre bigotudo de los guetos alemanes,
pero Jacob sabía cómo superar eso. Les echó unos cuantos huesos de
Rothschild. Uno de esos huesos era la distribución de emisiones de
acciones y bonos europeos en América. Luego descubrió que tenía en
sus manos una arma aún más potente en lo siguiente:
Fue en las décadas que siguieron
después de nuestra Guerra Civil que nuestras industrias comenzaron a
prosperar. Teníamos grandes ferrocarriles por construir. Las
industrias del petróleo, de la minería, del acero y textil estaban
por hacer reventar su estrecha ropa. Todo ello pedía de amplio
financiamiento, mucho de ese financiamiento tenía que venir del
extranjero. Eso significaba la Casa Rothschild, y así fue como
Schiff pudo hacer de las suyas. Jugó una mano muy habilidosa. Se
convirtió en el santo patrón de John D. Rockefeller, de Edward R.
Harriman y de Andrew Carnegie. Financió a la Standard Oil Company
para Rockefeller, el imperio ferrocarrilero para Harriman y el
imperio acerero para Carnegie. Pero en vez de acaparar a todas las
demás industrias para Kuhn, Loeb & Company, abrió las puertas
de la Casa Rothschild a Morgan, Biddle y Drexel. A su vez, Rothschild
arregló para que se establecieran subsidiarias de esos tres bancos
en Londres, París y otras ciudades europeas, pero siempre en
sociedad con subordinados de Rothschild, y Rothschild puso bien en
claro que Schiff habría de ser el mandamás en Nueva York.
Así a la vuelta del siglo, Schiff
tenía un estrecho control sobre toda la fraternidad bancaria en Wall
Street, que para entonces incluía a Lehman Brothers, Goldman Sachs y
a otros banqueros internacionales, que estaban encabezados por
hombres elegidos por los Rothschild. En pocas palabras, eso
significaba el control de los poderes monetarios de la nación, y
entonces ya estaba preparado para dar el paso gigantesco — la
captura de nuestro sistema monetario nacional.
Ahora bien, bajo nuestra constitución,
todo el control de nuestro sistema monetario está conferido
solamente a nuestro Congreso. El siguiente paso importante fue
seducir a nuestro Congreso a que traicionara esa disposición
constitucional cediendo ese control a la jerarquía de la gran
conspiración de los Iluminati. A fin de legalizar esa cesión, y de
esa manera hacer al pueblo incapaz de resistirlo, sería necesario
promulgar legislación especial. Para lograr eso, Schiff tenía que
infiltrar esbirros en las dos cámaras del Congreso. Esbirros
suficientemente poderosos para apremiar al Congreso a que aprobara
esa legislación. De igual importancia, o quizás más importante,
tendría que plantar a un esbirro suyo en la Casa Blanca, un
presidente que careciera de integridad y de escrúpulos, que firmara
esa legislación y la promulgara como ley. Para lograr eso, tenía
que obtener el control, ya fuera del Partido Republicano o del
Partido Demócrata. El Partido Demócrata era el más vulnerable; era
el más hambriento de los dos partidos. Con la excepción de Grover
Cleveland, los Demócratas habían sido incapaces de poner a uno de
los suyos en la Casa Blanca desde antes de la Guerra Civil. Había
dos razones para ello:
La pobreza del partido
Había un número considerablemente
mayor de votantes partidarios de los Republicanos que de los
Demócratas.
El asunto de la pobreza no era gran
problema, pero el de los votantes era un tema diferente. Pero, como
lo dije antes, Schiff era un hombre muy audaz. Aquí va el método
atroz y criminal que empleó para resolver el problema de los
votantes. Su solución enfatiza lo poco que los banqueros
internacionalistas judíos se preocupan por sus propios hermanos de
raza, como verán. De repente por ahí por 1890, se desató una serie
de pogroms en toda Rusia. Muchos, muchos miles de inocentes judíos,
hombres, mujeres y niños, fueron masacrados por los cosacos y otros
campesinos. Pogroms semejantes con semejantes matanzas de judíos
inocentes estallaron en Polonia, Rumania y Bulgaria. Todos esos
pogroms fueron fomentados por agentes de Rothschild. Como resultado,
los aterrorizados judíos de todas esas naciones se refugiaron en los
Estados Unidos, y eso siguió durante las siguientes dos o tres
décadas, porque los pogroms siguieron todos esos años. Todos esos
refugiados eran auxiliados por comités humanitarios hechos a la
medida por Schiff y los Rothschild y todas las afiliadas de
Rothschild.
En su mayoría, los refugiados se
dirigieron a Nueva York, pero los comités humanitarios de Schiff y
Rothschild encontraron maneras de repartir a muchos de ellos entre
otras ciudades grandes, tales como Chicago, Boston, Filadelfia,
Detroit, Los Angeles, etc. Todos ellos fueron convertidos rápidamente
en ciudadanos naturalizados, e instruidos para registrarse en el
Partido Demócrata. Así, ese así llamado grupo minoritario se
convirtió en bloques de votantes en sus comunidades, todos
controlados y manipulados por sus así llamados beneficiarios. Y poco
después de la vuelta del siglo se volvieron factores vitales en la
vida política de nuestra nación. Ese fue uno de los métodos que
utilizó Schiff para plantar hombres como Nelson Aldrich en nuestro
senado y Woodrow Wilson en la Casa Blanca.
Aquí permítanme recordarles sobre
otra de las tareas importantes que le fueron encomendadas a Schiff
cuando fue enviado a América. Me refiero a la tarea de destruir la
unidad del pueblo americano, creando grupos minoritarios y provocando
lucha racial. Por medio de los refugiados judíos que llegaron a
América empujados por los pogroms, Schiff creó un grupo minoritario
preparado para el propósito. Pero en los judíos como un conjunto,
vueltos temerosos por los pogroms, no se podía descansar para crear
la violencia necesaria para destruir la unidad del pueblo americano.
Sin embargo, dentro del país había un grupo minoritario, aunque
hasta entonces dormido, los negros, hecho a la medida, que podía ser
atizado para provocar las así llamadas demostraciones, revueltas,
pillaje, asesinato y todo otro tipo distinto de delincuencia — todo
lo que era necesario era incitarlos y azuzarlos. Juntos, estos dos
grupos minoritarios, manipulados apropiadamente, podían ser
utilizados para crear exactamente el tipo de conflictos en América,
que los Iluminati necesitarían para lograr su objetivo.
Así, mientras Schiff y sus
co-conspiradores hacían sus planes para secuestrar nuestro sistema
monetario, también estaban perfeccionando planes para golpear al
pueblo americano con un levantamiento racial que dividiría al pueblo
en facciones de odio, y crear caos en todo el país, especialmente en
las universidades y escuelas preparatorias, todos protegidos por las
decisiones de Earl Warren y nuestros así llamados dirigentes en
Washington, DC (¿recuerda usted la Comisión Warren nombrada para
investigar el asesinato del presidente Kennedy?). Por supuesto, el
perfeccionamiento de esos planes requiere de tiempo e infinita
paciencia.
Nota: Durante su presidencia de los
Estados Unidos, Jack Kennedy trató (por lo menos dos veces) de
informar al pueblo de esta nación, que la oficina de la presidencia
de los Estados Unidos estaba siendo manipulada por los Iluminati/CFR.
Al mismo tiempo puso un alto a obtener préstamos en billetes de la
Reserva Federal emitidos por el Banco de la Reserva Federal y empezó
a emitir billetes de los Estados Unidos (libres de intereses) contra
el crédito de los Estados Unidos. Fue el haber emitido billetes de
los Estados Unidos lo que causó que Jack Kennedy fuese asesinado. Al
prestar juramento, Lyndon B. Johnson detuvo la emisión de Billetes
de los Estados Unidos y volvió a tomar prestados billetes de la
Reserva Federal (que eran prestados al pueblo de los Estados Unidos a
la tasa de interés de mercado del 17%). Los billetes de los Estados
Unidos emitidos bajo el régimen de Kennedy fueron de la serie de
1963 que llevaban un sello rojo en el anverso.
Ahora, para quitar toda duda, tomaré
unos momentos para darles prueba documental de este complot de lucha
racial. Primero que nada, tenían que crear la dirigencia y las
organizaciones que jalaran a millones de incautos, tanto judíos como
negros, para que llevaran a cabo demostraciones y cometieran las
revueltas y el pillaje y provocaran la anarquía. Para ello, Schiff,
los Lehman, y otros confabulados organizaron y establecieron la
'Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color' conocida
como la NAACP. Los presidentes, directores y asesores legales de la
NAACP siempre eran judíos blancos designados por Schiff y así es el
caso hasta nuestros días.
Luego, en 1913, el grupo Schiff
organizó la 'Liga anti-difamación del B'nai B'rith', conocida
comúnmente como ADL, órgano que sirviera de gestapo y sicario para
toda la gran conspiración. Hoy en día, la siniestra ADL mantiene
más de 2000 agencias en todo nuestra nación y asesora y controla
completamente toda acción de la NAACP o de la 'Liga Urbana' y todas
las así llamadas organizaciones de derechos civiles de los Negros en
todo el país, incluyendo a dirigentes tales como Martin Luther King,
Stokely Carmichael, Barnard Rustin y otros de su calaña. Además, la
ADL adquirió el control absoluto de los presupuestos de publicidad
de muchas tiendas de departamentos, cadenas hoteleras, e industriales
patrocinadores de programas de radio y de TV, así como de agencias
de publicidad, a fin de controlar prácticamente a todos los medios
de comunicación masiva y de forzar a todo periódico leal a sesgar y
falsificar las noticias para incitar más y al mismo tiempo generar
simpatía por los disturbios y la violencia de las turbas de negros.
Aquí va la prueba documental del comienzo de su deliberada trama
para fomentar la sedición entre los negros.
Alrededor de 1910, un tal Israel
Zangwill escribió una obra de teatro intitulada “The Melting Pot”
(El Crisol). Era propaganda pura para incitar a los negros y a los
judíos, pues la obra pretendía mostrar cómo los americanos estaban
discriminando en contra de, y persiguiendo a, los negros y los
judíos. En esa época nadie parecía darse cuenta de que se trataba
de una obra de propaganda. Estaba escrita ingeniosamente. La
propaganda estaba bien disfrazada en el realmente gran
entretenimiento que fue la obra, y resultó ser un gran éxito en
Broadway.
Ahora bien, en esos años, el
legendario Diamond Jim Brady solía hacer un banquete en el famoso
restaurante Delmonico de Nueva York luego de la función inaugural de
alguna obra popular. Convidó a uno de esos banquetes al reparto de
The Melting Pot, a su autor, al productor y a algunas selectas
celebridades de Broadway. Para entonces, yo ya me había hecho de
alguna fama en el teatro de Broadway y fui invitado a esa fiesta.
Allá conocí a George Bernard Shaw y a un escritor judío llamado
Israel Cohen. Zangwill, Shaw y Cohen fueron los que crearon la Fabian
Society en Inglaterra y habían trabajado cercanamente con un judío
de Francfort llamado Mordecai, que había cambiado su nombre a Karl
Marx; pero recuerden, en esa época el Marxismo y el Comunismo apenas
estaban emergiendo y nadie ponía mucha atención a ninguno de los
dos, y nadie sospechaba la propaganda en los escritos de esos tres
verdaderamente brillantes escritores.
En ese banquete, Israel Cohen me dijo
que estaba entonces dedicado a escribir un libro que habría de ser
la secuela de The Melting Pot de Zangwill. El título de su libro
habría de ser “A Racial Program for the 20th Century” (Un
Programa Racial para el Siglo Veinte.) En esa época yo estaba
totalmente absorto en mi trabajo como escritor de obras de teatro y,
por significativo que fuera el título, su objetivo real nunca vino a
mi mente, ni estaba yo interesado en leer el libro. Pero de pronto
caí en cuenta, con la fuerza de una bomba de hidrógeno, cuando
recibí un recorte de periódico de un artículo publicado por el
Evening Star de Washington, DC en mayo de 1957. Ese artículo era una
reimpresión verbatim del siguiente extracto del libro “A Racial
Program for the 20th Century” y lo cito conforme lo leo:
“Debemos darnos cuenta de que el arma
más potente de nuestro partido es la tensión racial. Sembrando en
las conciencias de las razas obscuras, el que durante siglos han sido
oprimidas por los blancos, podremos empujarlas al programa del
partido comunista. En los Estados Unidos aspiraremos a alcanzar una
victoria sutil. Mientras inflamamos a la minoría negra contra los
blancos; inculcaremos entre los blancos un complejo de culpa por su
explotación de los negros. Ayudaremos a los negros a ascender hasta
alcanzar prominencia en todos los campos de la vida, en las
profesiones, en el mundo de los deportes y del entretenimiento. Con
este prestigio, los negros podrán casarse con los blancos y comenzar
un proceso que pondrá a América dentro de nuestra causa.”
Congressional Record del 7 de junio de 1957, por el Representante
Thomas G. Abernethy.
Así quedó plenamente establecida la
autenticidad de ese pasaje del libro de Cohen. Pero la cuestión que
seguía abierta en mi mente era si ella representaba la política
oficial o trama del Partido Comunista o sólo una expresión personal
del propio Cohen. Entonces busqué mayor prueba y la encontré en un
panfleto oficial publicado en 1935 por la editora oficial del Partido
Comunista de Nueva York, Workers' Library Publishers. Ese panfleto
estaba intitulado “Los Negros en una América Soviética.”
Alentaba a los negros a sublevarse, formar un estado soviético en el
sur y solicitar su admisión en la Unión Soviética. Contenía un
compromiso firme de que el alzamiento sería apoyado por todos los
“rojos” americanos y por los llamados 'liberales'. En la página
38, prometía que un gobierno soviético daría mayores beneficios a
los negros que a los blancos, y también este panfleto oficial
comunista prometía que, y cito: “todo acto de discriminación o
prejuicio contra un negro será tratado como un crimen bajo la ley
revolucionaria”. Esa declaración prueba que lo citado del libro de
Cohen publicado en 1913 era un edicto oficial del Partido Comunista y
estaba alineado directamente con el plan de los Iluminati para una
revolución mundial, emitido por Weishaupt y posteriormente por
Albert Pike.
Ahora sólo queda una cuestión, y ella
consiste en probar que el régimen comunista está controlado
directamente por los cerebros de Jacob Schiff en América y de
Rothschild en Londres. Poco más adelante daré pruebas que
eliminarán la más remota duda de que el Partido Comunista, como lo
conocemos, fue creado por esos cerebros (capitalistas, si lo
observan), Schiff, los Warburg y los Rothschild, que planearon y
financiaron toda la Revolución Rusa, el asesinato del Zar y de su
familia, y que Lenin, Trotsky y Stalin recibían órdenes
directamente de Schiff y de los otros capitalistas contra quienes
supuestamente estaban luchando.
Ahora ¿pueden ver cómo el vil Earl
Warren y sus igualmente viles jueces de la Suprema Corte emitieron
esa infame y traidora decisión de des-segregación de 1954? Fue para
apoyar y promover el plan de los conspiradores Iluminati, de crear
tensión y pugna entre los negros y los blancos. ¿Pueden entonces
ver por qué Earl Warren emitió su decisión de prohibir oraciones
cristianas y villancicos de navidad en nuestras escuelas? ¿por qué
Kennedy hizo lo mismo? Y ¿pueden ver por qué Johnson y 66
senadores, a pesar de las protestas del 90% del pueblo
Estadounidense, votaron a favor del 'Tratado Consular' que abre todo
nuestro país a espías y saboteadores rusos? Todos esos 66 senadores
son los Benedict Arnolds del siglo 20.
Está en usted y usted, todo el pueblo
americano, el forzar al Congreso, nuestros electos servidores, a que
llame a cuentas a todos esos traidores americanos para que sean
desaforados y que una vez que se les haya probado su culpabilidad,
sean penados con el castigo prescrito para los traidores que auxilien
e inciten a nuestros enemigos. Y eso incluye hacer que se lleven a
cabo rígidas investigaciones del CFR y de todos sus secuaces, tales
como la ADL, la NAACP, la SNIC y de los esbirros de los Iluminati
tales como Martin Luther King, por el Congreso. Tales investigaciones
deberán desenmascarar a todos los dirigentes de Washington, DC y los
Iluminati y todas sus afiliadas y afiliaciones como traidoras que
llevan a cabo el plan de los Iluminati. Deberá desenmascarar
totalmente a las Naciones Unidas como el punto medular de toda la
conjura y forzar al congreso a que se salga de las Naciones Unidas, y
sacar a las Naciones Unidas fuera del territorio Estadounidense. De
hecho eso destruirá a las Naciones Unidas y todo el plan.
Antes de concluir esta fase, quisiera
reiterar y enfatizar un punto vital que les pido nunca olvidar si
quieren ustedes salvar a nuestro país para sus hijos y los hijos de
sus hijos. He aquí ese punto: Cada acto inconstitucional e ilegal
cometido por Woodrow Wilson, por Franklin Roosevelt, por Truman,
Eisenhower y Kennedy y que ahora están siendo cometidos por Johnson
(y luego por George Bush y Bill Clinton) están perfectamente en
línea con el plan de siglos de los Iluminati delineado por Weishaupt
y Albert Pike. Toda perniciosa decisión emitida por los traidores
Earl Warren y sus igualmente traidores jueces de la Suprema Corte han
estado directamente en línea con lo que requería el plan trazado
por los Iluminati. Que todas las traiciones cometidas por nuestro
Departamento de Estado bajo Rusk y antes bajo John Foster Dulles y
Marshall, así como toda la traición cometida por Mc Namara y sus
predecesores está directamente en línea con el mismo plan de los
Iluminati para la dominación del mundo. También lo está la
asombrosa traición cometida por varios miembros de nuestro Congreso,
especialmente por los 66 senadores que firmaron el Tratado Consular,
que ha sido cometido por orden de los Iiuminati.
(continuará)
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