domingo, 27 de marzo de 2022

Guerra en Ucrania y el Nuevo Orden Mundial

Sobre la Guerra en Ucrania y el Nuevo Orden Mundial

Por el Arzobispo Carlo María Viganó

Tomado de: https://www.lifesitenews.com/opinion/abp-vigano-globalists-have-fomented-war-in-ukraine-to-establish-the-tyranny-of-the-new-world-order/

Traducido del inglés por Roberto Hope

Los ciudadanos ucranianos, independientemente del grupo étinico al que pudieran pertenecer, son, sin saberlo, meramente los más recientes rehenes involuntarios del régimen totalitario que puso de rodillas a las economías nacionales de todo el mundo mediante el engaño del COVID.

Publicado en inglés por LifeSiteNews el lunes 7 de marzo de 2022


Nada se pierde con la paz. Todo puede perderse con la guerra. Que los hombres vuelvan a la comprensión. Que reanuden las negociaciones. El negociar con buena voluntad y con respeto de los derechos de unos y otros; que se den cuenta de que nunca puede descartarse un éxito honorable cuando se conducen negociaciones sinceras y activas. Y se sentirán grandes – con grandeza verdadera – si se les impone silencio a las voces de la pasión, sea ésta privada o colectiva, y se le da su propio campo a la razón, se evitará el derramamiento de sangre de sus hermanos y la ruina de la patria.

Así fue como el 24 de agosto de 1939, el Papa Pío XII, se dirigió tanto a los gobernantes como a los pueblos cuando la guerra era inminente. Éstas no eran huecas palabras de pacifismo, ni de un silencio cómplice sobre las múltiples violaciones de la justicia que fueron llevadas a cabo en muchas partes. En ese mensaje radiofónico, que mucha gente todavía recuerda, la apelación del Pontífice Romano invocaba el respeto a los derechos de unos y otros como prerrequisito para unas negociaciones fructíferas.

La Narrativa de los Medios

Si vemos lo que está pasando en Ucrania, sin dejarnos orientar mal por las burdas falsificaciones de los grandes medios de comunicación masiva, observamos que el respeto a los derechos de unos y otros ha sido enteramente ignorado; de hecho, tenemos la impresión de que la Administración Biden, la OTAN y la Unión Europea deliberadamente desean mantener una situación de imbalance obvio, precisamente para hacer imposible cualquier intento de alcanzar una resolución pacífica de la crisis ucraniana, provocando que la Federación Rusa genere un conflicto. En esto radica la seriedad del problema. Ésta es la trampa puesta tanto a Rusia como a Ucrania, sirviéndose de ambas para permitir que la elite globalista lleve a cabo su plan criminal.

No debe sorprendernos que el pluralismo y la libertad de expresión, tan elogiados en los países que se dicen democráticos, sean ignorados a diario mediante la censura y la intolerancia de opiniones que no se alineen con la narrativa oficial. Manipulaciones de este tipo se han vuelto la nueva norma durante la así llamada pandemia, en detrimento de doctores, científicos y periodistas disidentes, quienes han sido desacreditados y silenciados por el mero hecho de haberse atrevido a cuestionar la eficacia de los sueros experimentales. Dos años más tarde, la verdad acerca de los efectos adversos y el manejo desafortunado de la emergencia sanitaria ha demostrado que estaban en lo correcto, pero la verdad es ignorada neciamente porque no corresponde a lo que el sistema quería y sigue queriendo en estos días.

Si los medios de comunicación del mundo entero han sido hasta ahora desvergonzadamente capaces de diseminar mentiras y ocultar la realidad sobre un tema de relevancia estrictamente científica, debemos preguntarnos por qué, en la situación actual, de repente habrían de re-descubrir esa honestidad intelectual y respeto al código de ética que anteriormente fueron extensamente ignorados con respecto al COVID.

Pero si este fraude colosal ha estado siendo apoyado y diseminado por los medios, debe reconocerse que las instituciones de salud nacionales e internacionales, los gobiernos, los magistrados, las autoridades encargadas de hacer cumplir las leyes, y la propia jerarquía católica, comparten todos ellos responsabilidad del desastre – cada uno en su propia esfera, por apoyar activamente o dejar de oponerse a la narrativa – desastre que ha afectado a miles de millones de personas en su salud, en sus propiedades, en el ejercicio de sus derechos individuales y hasta en sus mismas vidas. Aun en este caso, es difícil imaginar que aquéllos que han sido culpables de tales crímenes apoyando una pandemia intencional y maliciosamente amplificada, pudieran de repente experimentar una sacudida de dignidad, y mostrar solicitud hacia sus ciudadanos y hacia su patria en un momento en que una guerra amenaza su seguridad y su economía.

Éstas, por supuesto, pudieran ser reflexiones prudentes de aquéllos que quisieran permanecer neutrales y vieran con imparcialidad y casi desinterés lo que está pasando a su alrededor. Pero si profundizamos nuestro conocimiento de los hechos y los documentamos, apoyándonos en fuentes autorizadas y objetivas, descubriremos que las dudas y perplejidades pronto se vuelven certezas preocupantes.

Aun si sólo deseáramos limitar nuestra investigación al aspecto económico, entenderíamos que las agencias de noticias, la política y las propias instituciones públicas dependen de un número reducido de grupos financieros que pertenecen a una oligarquía que, significativamente, está unida, no sólo por el dinero y el poder, sino por una afiliación ideológica que guía su acción y su interferencia en la política de las naciones y del mundo entero. Esta oligarquía muestra sus tentáculos en la ONU, la OTAN, el Foro Económico Mundial, la Unión Europea, e instituciones "filantrópicas" tales como la Open Society de George Soros y la Bill and Melinda Gates Foundation.

Todas estas entidades son privadas y a nadie responden más que a ellas mismas, y al mismo tiempo tienen el poder de influenciar a los gobiernos nacionales, inclusive por conducto de los propios representantes de éstos, que los hacen ser elegidos o designados a puestos clave. Ellos mismos lo admiten, cuando son recibidos con todos los honores por jefes de estado y dirigentes mundiales, y son respetados y temidos por estos dirigentes como verdaderos amos del destino del mundo. De esa manera, a aquéllos que ostentan el poder "en nombre del pueblo" se les ve pisoteando la voluntad del pueblo y restringiendo sus derechos, a fin de ser obedientes cortesanos de amos a quien nadie ha elegido y que, no obstante, dictan su agenda política y económica a las naciones.

Pasamos ahora a la crisis de Ucrania, que nos es presentada como una consecuencia de la arrogancia expansionista de Vladimir Putin contra una nación democrática sobre la que está tratando de reclamar derechos absurdos. Se dice del 'belicista' Putin que está masacrando a la población indefensa que valientemente se ha erguido para defender el suelo de su patria, las sagradas fronteras de su nación, y las violentadas libertades de sus conciudadanos. Se arguye que la Unión Europea y los Estados Unidos, "defensores de la democracia" no pueden intervenir por conducto de la OTAN, echar fuera al 'invasor' y garantizar la paz. Ante la "arrogancia del tirano" se dice que los pueblos del mundo deberían formar un frente común, imponiendo sanciones a la Federación Rusa y enviando soldados, armas y ayuda económica al 'pobre' Presidente Zelenskiy, "héroe nacional" y "defensor" de su pueblo. Como prueba de la violencia de Putin, los medios diseminan imágenes de bombardeos, cateos militares, y destrucción, atribuyendo la responsabilidad a Rusia. Y hay todavía algo más, precisamente a fin de garantizar una "paz duradera", la Unión Europea y la OTAN están abriendo bien sus brazos para dar la bienvenida a Ucrania como miembro. Y a fin de evitar la "propaganda soviética", Europa está bloqueando al Russia Today y al Sputnik, para asegurar que la información sea "libre e independiente".

Esta es la narrativa oficial, a la cual todos se conforman. Estando en guerra, el disentir se torna inmediatamente como deserción, y aquéllos que disienten son declarados culpables de traición, mereciendo sanciones más o menos graves, empezando con la execración pública y la ignominia, bien sufridas con respecto al COVID por aquéllos que no están vacunados. Pero la verdad, si quiere usted conocerla, nos permite ver las cosas de manera diferente y juzgar los hechos por lo que son y no por la forma en que nos los presentan. Esto es un desvelar verdadero y propio, como lo indica la etimología de la palabra griega ἀλήθεια [verdad]. O quizás, con una mirada esjatológica, una revelación, una ἀποκάλυψις [apocalipsis].

La expansión de la OTAN

Primero que todo, es necesario recordar los hechos, que no mienten y no son susceptibles de alteración. Y los hechos, sin importar cuán irritantes sean de recordar para aquéllos que tratan de censurarlos, nos dicen que desde la caída del Muro de Berlín, los Estados Unidos han extendido su esfera de influencia política y militar sobre casi todos los estados satélites de la antigua Unión Soviética, aun recientemente, anexando a la OTAN a Polonia, la República Checa, y Hungría (1999), Estonia, Latvia, Lituania, Eslovenia, Eslovaquia, Bulgaria y Rumanía (2004); Albania y Croacia (2009); Montenegro (2017); y Macedonia del Norte (2020). La Organización del Tratado del Atlántico del Norte se está preparando para expandirse agregando a Ucrania, Georgia, Bosnia-Herzegovina y Serbia. Prácticamente hablando, la Federación Rusa está bajo amenaza militar – de armamento y bases militares – a tan solo unos kilómetros de sus fronteras, en tanto que ella no tiene base militar alguna a proximidad semejante de los Estados Unidos.

El estar considerando la posible expansión de la OTAN a Ucrania, sin pensar en que eso levantaría protestas legítimas de Rusia, es nada menos que desconcertante, especialmente dado el hecho de que en 1991 la OTAN ofreció al Kremlin no expandirse más. No sólo eso, Der Spiegel publicó proyectos de un tratado con los Estados Unidos y de un acuerdo con la OTAN sobre garantías de seguridad. Muscú exigía garantías legales de los miembros occidentales de la OTAN, que habrían impedido a ésta expandirse más hacia el oriente agregando a Ucrania a la alianza, y también a establecer bases militares en los países post-soviéticos. Los proyectos también contenían una cláusula que impediría a la OTAN desplegar armas ofensivas cerca de las fronteras con Rusia, y proveía para el retiro fuera la Europa Oriental de fuerzas de la OTAN, regresándolas a las posiciones donde se encontraban en 1997.    

Como podemos ver, la OTAN ha faltado al cumplimiento de sus compromisos con Rusia, o por lo menos ha forzado la situación en un momento muy delicado para el equilibrio geopolítico. Debemos preguntarnos por qué los Estados Unidos – o más bien el 'estado profundo' de Norteamérica que recuperó el poder luego del fraude electoral que llevó a Joe Biden a la Casa Blanca – quiere crear tensiones con Rusia y envolver en el conflicto a sus socios Europeos, con todas las consecuencias que podamos imaginarnos.

Como lo ha observado lúcidamente el General Marco Bertolini, ex-comandante del Comando Conjunto Cimero Operacional: "Los Estados Unidos no solamente ganaron la guerra fría sino también quisieron humillar a Rusia tomando todo lo que en cierto sentido caía bajo su área de influencia. [Putin] aguantó el que [a la OTAN se unieran] Polonia, Rumania, Bulgaria, y los países bálticos. Ante la posibilidad de Ucrania [de ser unida a la OTAN] que podría haberle arrebatado a Rusia la posibilidad de tener acceso al Mar Negro, él reaccionó". Y agrega: "Existe el problema de la estabilidad del régimen, situación que ha surgido con el advenimiento de un primer ministro altamente inverosímil [Zelenskiy], alguien que viene del mundo del entretenimiento." El general no deja de recordar que, en el caso de un ataque estadounidense a Rusia, "los Halcones Globales que vuelan sobre Ucrania parten de Sigonella [Italia]; Italia es en gran parte una base militar americana. El riesgo está ahí, es un riesgo real y presente."

Intereses que surgen del bloqueo del suministro de gas ruso.

Debemos también preguntarnos si, detrás de la desestabilización del delicado equilibrio entre la Unión Europea y Rusia, no habrá también intereses económicos derivados de la necesidad de los países de la Unión Europea de obtener gas líquido americano (por el cual también necesitamos plantas regasificadoras de las cuales muchas naciones están carentes, y por las cuales tendremos que pagar mucho más) en vez del gas ruso (que es más ecológico).

La decisión de la compañía italiana de petróleo y gas ENI, de suspender sus inversiones en el gasoducto Blue Stream (de Rusia a Turquía), de Gazprom, también implica la privación de una fuente de suministro adicional, ya que alimenta el gasoducto Trans-Atlántico (de Turquía a Italia).

Por lo tanto, no suena a que sea una coincidencia el que en agosto de 2021 Zelenskiy haya declarado que considera el gasoducto Nord Stream 2 entre Rusia y Alemania "una arma poderosa, no sólo para Ucrania sino para toda Europa": saltándose Ucrania, privaría a Kiev de cerca de mil millones de euros al año en tarifas de tránsito. "Vemos este proyecto exclusivamente a través del prisma de la seguridad, y lo consideramos una peligrosa arma geopolítica del Kremlin" dijo el presidente de Ucrania, concordando con la administración Biden. La Subsecretaria de Estado, Victoria Nuland, dijo: "Si Rusia invade Ucrania, el Nord Stream 2 no seguirá adelante." Y así ha sucedido, no sin graves daños económicos para las inversiones alemanas.

Los laboratorios virológicos del Pentágono en Ucrania.

Siguiendo con el tema de los intereses americanos en Ucrania, vale la pena mencionar los laboratorios virológicos ubicados en Ucrania que están bajo el control del Pentágono, donde parece ser que se emplean solamente especialistas estadounidenses, con inmunidad diplomática, bajo las órdenes del ministerio de defensa estadounidense.

También debemos recordar la queja planteada por Putin respecto a la recolección de información genómica de la población, la cual puede ser utilizada para desarrollar armas bacteriológicas de selección genética. Información sobre las actividades de los laboratorios en Ucrania es obviamente difícil de confirmar, pero es comprensible que la Federación Rusa considerara, no sin razón, que estos laboratorios podían constituir una amenaza bacteriológica adicional para la seguridad de la población. La Embajada de los Estados Unidos ha quitado de su sitio de Internet todos los archivos relacionados con el Programa de Reducción de Amenazas Biológicas.

Maurizio Blondet escribe:

El Evento 201, que simuló el estallido pandémico un año antes de que éste sucediera, fue atendido (junto con los de siempre, Bill y Melinda) por la aparentemente inofensiva Universidad John Hopkins, con su bendito Centro para la Seguridad Sanitaria. Esta institución humanitaria llevó por mucho tiempo un nombre menos inocente: se llamaba Centro para las Estrategias de Biodefensa Civil, y no se ocupaba de la salud de los americanos, sino más bien de lo contrario: la respuesta a ataques militares de bio-terrorismo. Era una organización prácticamente civil-militar. Cuando celebró su primera conferencia en Febrero de 1999, en Crystal City de Arlington [Virginia], donde se ubica el Pentágono, reunió a 950 doctores, personal militar, funcionarios federales y funcionarios de salud, a participar en un ejercicio de simulación. El objetivo de la simulación era oponerse a un ataque 'militarizado' imaginario de viruela. Ése es solamente el primero de los ejercicios que habrían de florecer en el Evento 201 y en la impostura de la Pandemia.

También surgen experimentos con militares Ucranianos, e intervenciones de la Embajada Americana con relación al Procurador Lutsenko en 1916, para que no investigara "una ronda de fondos de miles de millones entre G. Soros y B. Obama"

Una amenaza indirecta a las ambiciones expansionistas de China sobre Taiwán

La actual crisis ucraniana entraña consecuencias secundarias, pero no menos graves, sobre el equilibrio geopolítico entre China y Taiwán. Rusia y Ucrania son los únicos productores de paladio y neón, que son indispensables para la producción de microcircuitos integrados.

La posible represalia rusa ha atraído mayor atención en días recientes, luego de que el grupo de investigación de mercado Technet publicara un informe resaltando la dependencia de muchos fabricantes de semiconductores en materiales de origen ruso y ucraniano, tales como el neón, el paladio y otros. Según las estimaciones de Technet, en los Estados Unidos más del 90% del suministro de neón para semiconductores viene de Ucrania, mientras que el 35% del paladio viene de Rusia. Según la Comisión Estadounidense de Comercio Internacional, los precios del neón subieron el 600% ante la anexión de la Península de Crimea en 2014, porque compañías manufactureras de microcircuitos integrados dependían de algunas compañías ucranianas.

De ser cierto que una invasión china de Formosa pondría en riesgo la cadena de suministro mundial, también sería cierto que una repentina escasez de materias primas de Rusia podría parar la producción, y hacer que la isla perdiera su 'escudo de microchips', e indujera a Pekin a tratar de anexarse a Taipei.

El conflicto de interés de Biden en Ucrania.

Otra cuestión que tendemos a no analizar con profundidad es aquélla relacionada con Burisma, una compañía productora de petróleo y gas que opera en el mercado ucraniano desde el 2002.

Durante la presidencia de Barack Obama en los Estados Unidos (del 2009 al 2017), su mano derecha con 'delegación' para manejar la política internacional era John Biden, y es desde entonces que la 'protección' ofrecida por el dirigente demócrata de los Estados Unidos fue otorgada a los nacionalistas ucranianos, línea que creó un desacuerdo irreconciliable entre Kiev y Moscú. Fue Joe Biden quien, en esos años, llevó a efecto la política de atraer a Ucrania más cerca de la OTAN. Quería quitarle poder político y económico a Rusia. En años recientes, el nombre de Joe Biden ha estado también asociado con un escándalo sobre Ucrania que también había sacudido su candidatura. Fue en abril de 2014 cuando Burisma Holdings, la mayor compañía de energía de Ucrania (activa tanto en gas como en petróleo), contrató a Hunter Biden como consultor con un salario de 50,000 dólares al mes, todo muy transparente salvo que durante esos meses Joe Biden seguía con la política americana dirigida hacia recuperar, por parte de Ucrania, la posesión de aquellas regiones del Donbass que se han convertido en repúblicas reconocidas por Rusia. Se cree que la región de Donetsk es rica en campos inexplorados de yacimientos de gas que han sido fijados como objetivo por Burisma Holdings. Una política internacional entrelazada con la política económica, que pasaron por alto los medios norteamericanos en esos años.

Los demócratas alegaban que Trump había creado el escándalo de los medios para perjudicar la campaña de Biden, pero sus acusaciones acabaron siendo ciertas. El propio Joe Biden, durante una reunión del Consejo Rockefeller para las Relaciones Extranjeras, admitió haber intervenido con el entonces presidente Petro Poroshenko y el primer ministro Arsenij Yatseniuk, para impedir las investigaciones que se hacían de su hijo Hunter por el Procurador General Viktor Shokin. Durante un viaje a Kiev en diciembre de 2015, Biden había amenazado con "detener una garantía de los Estados Unidos sobre un préstamo de mil millones de dólares" informa el New York Post. "Si [el Procurador General Shokin] no es removido de su cargo, no obtendrán ustedes el dinero". Y el procurador fue efectivamente removido, salvando a Hunter de un escándalo mayor.

La interferencia de Biden en la política de Kiev, a cambio de favores a Burisma y a oligarcas corruptos, confirma el interés del presidente de los Estados Unidos en proteger a su familia y su imagen, atizando el desorden en Ucrania y aun la guerra. ¿Cómo puede una persona que utiliza su cargo para cuidar sus intereses personales y encubrir los crímenes de los miembros de su familia gobernar de manera honesta sin ser sometida a chantaje?

La cuestión nuclear de Ucrania

Finalmente está la cuestión de las armas nucleares de Ucrania. El 19 de febrero de 1922, en una conferencia en Munich, Zelenskiy anunció su intención de poner fin al Memorando de Budapest (1994), que prohibe a Ucrania desarrollar, proliferar y utilizar armas atómicas. Entre las demás cláusulas del Memorando, está también la que obliga a Rusia, a los Estados Unidos y al Reino Unido a abstnerse de utilizar presión económica sobre Ucrania para influenciar su política; la presión del Fondo Monetario Internacional y de los Estados Unidos, de otorgar ayuda economica a cambio de que haga reformas consistentes con el Gran Reinicio, representan un violación más de ese acuerdo.

El embajador ucraniano en Berlín, André Melnyk, argumentó en la radio Deutschland Rundfunk en 2021 que Ucrania necesitaría recuperar su estatus nuclear si el país no lograba unirse a la OTAN. Las plantas nucleares de generación eléctrica son operadas, restauradas y mantenidas por la empresa propiedad del estado, Energoatom NAEK, que terminó enteramente su relación con compañías rusas entre 2018 y 2021. Sus socios principales son compañías de las que puede seguírsele el rastro y llegar al gobierno de los Estados Unidos. Es fácil entender por qué la Federación Rusa considera una amenaza la posibilidad de que Ucrania adquiera armas nucleares, y exige que Ucrania se adhiera al pacto de no proliferación.

La revolución de color en Ucrania y las independencias de Crimea, Donetsk, y Lugansk

En 2013, luego de que el Presidente Viktor Yanukovych decidiera suspender el convenio de asociación entre Ucrania y la Unión Europea y forjar relaciones económicas más estrechas con Rusia, comenzó una serie de demostraciones, conocidas como Euromaidan, que duraron varios meses y culminaron en la revolución que derrocó a Yanukovich y condujo a la instalación de un nuevo gobierno. Fue una operación patrocinada por George Soros, como cándidamente dijo en CNN: "He tenido una fundación en Ucrania desde antes de que se hiciera independiente de Rusia; esta fundación siempre ha estado activa y ha jugado un papel decisivo en los acontecimientos de ahora".

Este cambio de gobierno provocó la reacción de los partidarios de Yanukovich. y una parte de la población ucraniana se oponía al viraje pro-occidental de Ucrania, el cual no había sido buscado por la población sino que fue producto de una revolución de color, de la cual se habían llevado a cabo ensayos generales en años anteriores en Georgia, Moldavia y Bielorrusia.

Siguiendo los enfrentamientos del 2 de mayo de 2014, en los cuales grupos marginales de paramilitares nacionalistas (incluyendo aquéllas de Pravy Sektor) también intervinieron, ocurrió también la masacre en Odessa. La prensa occidental hablaba también de estos terribles eventos de una manera escandalosa; Amnistía Internacional y la ONU denunciaron estos crímenes y documentaron su brutalidad. Pero ninguna corte internacional inició procedimiento alguno contra los responsables, como se pretende hacer ahora contra los presuntos crímenes del ejército ruso.

Entre los muchos acuerdos que no se han respetado está también el Protocolo de Minsk, firmado el 5 de septiembre de 2014 por el Grupo Trilateral de Contacto sobre Ucrania, compuesto de representantes de Ucrania, Rusia, la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk. Entre los puntos del acuerdo estaba también la remoción fuera de territorio de Ucrania de grupos armados ilegales, equipo militar, combatientes y mercenarios, bajo la supervisión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, y el desarmamiento de todos los grupos ilegales. En contra de lo que fue acordado, grupos paramilitares neo-nazis no solamente son reconocidos oficialmente por el gobierno, sino que se les da asignaciones oficiales a sus miembros.

También en 2014, Crimea, Donetsk y Lugansk declararon su independencia de Ucrania – en nombre de la autodeterminación de los pueblos reconocida por la comunidad internacional – y se declararon anexados a la Federación Rusa. El gobierno de Ucrania sigue rehusándose a reconocer la independencia de estas regiones, sancionadas mediante referendos, y permite que milicias neonazis y fuerzas militares regulares ataquen a la población, pues considera que estas entidades son organizaciones terroristas. Es cierto que los dos referendos, del 2 de noviembre de 2014, constituyen una aplicación forzada del Protocolo de Minsk, que consideraba solamente una descentralización de poder y una forma de estatus especial para las regiones de Donetsk y Lugansk.

Como lo observó recientemente el profesor Franco Cardini, "el 15 de febrero de 2022, Rusia entregó a los Estados Unidos un proyecto de tratado para acabar con esta situación y defender las poblaciones de habla rusa. Papel basura. Esta guerra comenzó en 2014."

Y fue una guerra en las intenciones de aquéllos que querían luchar contra las minorías rusas de Donbass. "Tendremos empleo y pensiones, y ellos no. Recibiremos bonos por tener hijos, y ellos no. Nuestros hijos tendrán escuelas y jardines de niños y los suyos permanecerán en el sótano. De esta manera habremos de ganar esta guerra", dijo el Presidente Petro Poroshenko de Ucrania en 2015. No escapará nuestra atención el que estas medidas sean semejantes a la discriminación contra los no vacunados que han sido privados de su trabajo, de su salario y de su educación. Ocho años de bombardeos en Donetsk y Lugansk, con cientos de miles de víctimas, 150 niños muertos, y casos muy serios de tortura, violación, secuestro y discriminación.

El 18 de febrero de 1922, los presidentes de Donetsk y Lugansk, Denis Pushilin y Leonid Pasechnik ordenaron que la población civil fuera evacuada de sus provincias y pasara a la Federación Rusa por razón de los continuos choques entre la Milicia Popular de Donbass y las fuerzas armadas ucranianas. El 21 de febrero, la Duma (cámara baja del Parlamento Ruso) ratificó unánimemente los tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua introducidos por el Presidente Putin con las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk. Al mismo tiempo, el Presidente ruso ordenó el envío de tropas de la Federación Rusa para restablecer la paz en la región de Donbass.

Aquí puede uno preguntarse por qué, en una situación de patente violación de los derechos humanos por fuerzas mlitares neonazis y aparatos paramilitares (quienes ondean banderas que ostentan swásticas y la efigie de Adolf Hitler) contra la población de habla rusa de las repúblicas independientes, la comunidad internacional se siente obligada a considerar digna de condenación la intervención de la Federación Rusa y, por cierto, culpar de la violencia a Putin. ¿Donde quedó el tan alardeado derecho a la autodeterminación de los pueblos, que fue considerado válido cuando Ucrania proclamó su independencia el 24 de agosto de 1991 y fue reconocida por la comunidad internacional? Y ¿por qué nos escandalizamos ahora por la intervención rusa en Ucrania, cuando la OTAN llevó a cabo lo mismo en Yugoslavia (1991), en Kosovo (2001), en Afganistán (2001), en Irak (2003) y en Libia y Siria (2011), sin que nadie planteara objeción alguna? Ni qué decir acerca de que, en los últimos diez años, Israel ha estado atacando objetivos militares en Siria, Irán y Líbano para evitar la presencia de un frente armado hostil en su frontera norte y, sin embargo, ninguna nación ha propuesto imponer sanciones a Tel Aviv.

Es consternante ver con qué hipocresía la Unión Europea y los Estados Unidos – Bruselas y Washington – están dándole apoyo incondicional al Presidente Zelenskiy, cuyo gobierno durante ocho años ha insistido en perseguir impunemente a los ucranianos de habla rusa, para quienes está prohibido hablar en su propia lengua, en una nación que alberga numerosos grupos étnicos, de los cuales los de habla rusa representan el 17.2%. Y es escandaloso que permanezcan en silencio sobre el uso de civiles como escudos humanos por el ejército ucraniano, que instala estaciones de combate antiaéreos en centros populosos, hospitales, escuelas y jardines de niños, precisamente para que su destrucción pueda causar muertes entre la población.

Los grandes medios de comunicación masiva tienen buen cuidado de no mostrar imágenes de soldados rusos auxiliando a civiles a alcanzar lugares seguros, u organizando corredores humanitarios, contra los que  disparan las milicias ucranianas. Como también se callan las venganzas, masacres, violencia y robos por escoria de la población civil a quienes Zelenskiy ha armado; los videos que pueden verse en Internet dan una idea del clima de guerra civil que ha sido astutamente atizada por el gobierno ucraniano. A esto también podemos añadir los presidiarios que han sido liberados para reclutarlos en el ejército, al igual que voluntarios de la legión extranjera: una masa de fanáticos sin orden ni entrenamiento, que contribuirá a empeorar la situación, haciéndola inmanejable.

El Presidente Volodymyr Oleksandrovych Zelenskiy

Como ha sido señalado por muchos, la candidatura y elección del Presidente Zelenskiy de Ucrania corresponde a ese reciente cliché, inaugurado en años recientes, de algún actor cómico o personaje del mundo del entretenimiento siendo prestado a la política. No debe pensarse que el estar carente de un adecuado cursus honorum sea un obstáculo para ascender a la cima de instituciones, por el contrario, mientras más ajena que una persona sea al mundo de los partidos políticos, más debe presumirse que su éxito ha sido determinado por aquéllos que detentan el poder. Los espectáculos de Zelenskiy en ropa de mujer son perfectamente consistentes con la ideolgía LGBTQ, que es considerada por sus patrocinadores extranjeros como requisito indispensable de la agenda de 'reforma' que todo pais debe adoptar, junto con la igualdad de género, el aborto, y la economía 'verde'. No es de sorprenderse que Zelenskiy, como miembro del Foro Económico Mundial, pudiera beneficiarse del apoyo de Schwab y aliados para llegar al poder y asegurar que el Gran Reinicio también se lleve a cabo en Ucrania.

La serie televisiva de 57 episodios que Zelenskiy produjo y en la cual actuó, demuestra que los medios planearon su candidatura y su campaña electoral para la presidencia de Ucrania. En la serie de ficción The Servant of the People, desempeñó el papel de un profesor de secundaria que inesperadamente llega a ser Presidente de la República y lucha contra la corrupción de los políticos. No es coincidencia que la serie, que fue absolutamente mediocre, haya ganado, no obstante, el WorldFest Remi Award (EUA 2016), llegado a los cuatro finalistas en la categoría de películas de comedia en el Seoul International Drama Awards (Corea del Sur) y le haya sido otorgado el reconocimiento Intermedia Globe Silver, en la categoría de series televisivas de entretenimiento, en el World Media Film Festival.

El revuelo en los medios logrado por Zelenskiy con la serie televisiva le produjo más de diez millones de seguidores en Instagram y creó la premisa para el establecimiento del partido político homónimo Siervo del Pueblo, del cual es también miembro Ivan Bakanov, director general y accionista (junto con el propio Zelenskiy y el oligarca Kolomoisky) de Kvartal 95 Studio y también propietario de la red televisiva TV 1+1. La imagen de Zelenskiy es un producto artificial, una ficción de los medios, una operación de manipulación de consenso que ha logrado crear el carácter político de la imaginación colectiva Ucraniana que, en la realidad y no en la ficción, ha conquistado el poder.

Sólo un mes antes de las elecciones de 2019 que le vieron ganar, Zelenskiy vendió la compañía [Kvartal 95 Studio] a un amigo, aun así hallando un camino para que los rendimientos del negocio, al que oficialmente había renunciado, llegaran a su familia. Ese amigo era Serghiy Shefir, quien después fue nombrado Consejero de la Presidencia. [...] La venta de las acciones tuvo lugar en beneficio de Maltex Multicapital Corp., compañía propiedad de Shefir y registrada en las Islas Vírgenes Británicas.

El actual presidente ucraniano promovió su campaña electoral con un anuncio que, a lo mínimo, es perturbador, en el cual, con ametralladoras en las dos manos, dispara contra miembros del Parlamento señalados como corruptos o serviles a Rusia.

La lucha contra la corrupción proclamada por el presidente ucraniano en su papel de servidor del pueblo no corresponde, sin embargo, a la imagen que emerge de él de los llamados papeles de Pandora, en los cuales aparecen habérsele pagado 40 millones de dólares en la víspera de las elecciones por el multimillonario judío Kolomoisky [1] a través de cuentas en paraísos fiscales [2]. En su país, muchos lo acusan de haberles arrebatado el poder a los oligarcas pro-rusos, no para pasárselo al pueblo ucraniano, sino más bien para pasárselo a su propio grupo de intereses y, al mismo tiempo, suprimir a sus adversarios políticos.

Liquidó a los ministros de la vieja guardia; el primero de todos fue el poderoso Ministro del Interior, [Arsen] Avakov. Groseramente removió al presidente de la Corte Constitucional, que actuaba como contrapeso a sus leyes. Cerró siete canales de televisión de la oposición. Arrestó y acusó de traición a Viktor Medvedcuk, un simpatizante pro--Rusia pero, sobre todo, dirigente del Partido Plataforma de Oposición - Pro-Vida, el segundo partido en el Parlamento Ucraniano después de su Partido Servidor del Pueblo. También está poniendo a juicio por traición al anterior presidente Poroshenko, quien sospechaba de todos excepto de aquéllos que se llevaban bien con los rusos y los amigos de éstos. El alcalde de Kiev, el popular ex-campeón boxeador, Nikita Vitaly, ya ha sido sometido a diversos cateos e incautamientos. En pocas palabras, Zelenskiy parece querer hacer una expurgación de todos los que no se alíneen con su política.

El 21 de abril de 2019, Zelenskiy fue electo presidente de Ucrania con el 72.33% de los votos, e hizo su juramento el 20 de mayo. El 22 de mayo, designó a Ivan Bakanov, director general de Kvartal 95, como primer suplente del Jefe de Servicios de Seguridad de Ucrania y jefe del Directorado Mayor por la Lucha contra la Corrupción y el Crimen Organizado del Directorado Central del Servicio de Seguridad de Ucrania. Junto con Bakanov, vale la pena mencionar a Mykhailo Federov, Vicepresidente y Ministro de Transformación Digital, miembro del Foro Económico Mundial. El mismo Zelenskiy ha reconocido tener como inspiración al Primer Ministro del Canadá Justin Trudeau.

Las relaciones de Zelenskiy con el Fondo Monetario Internacional y el Foro Económico Mundial

Como lo ha demostrado el trágico precedente de Grecia, las soberanías nacionales y la voluntad popular expresada por los parlamentos han sido de hecho eliminadas por las decisiones de la alta finanza internacional, la cual interfiere con las política gubernamentales por medio del chantaje y la franca extorsión de naturaleza económica. El caso de Ucrania, uno de los países más pobres de Europa, no es una excepción.

Poco después de la elección de Zelenskiy, el Fondo Monetario Internacional amenazó con no conceder a Ucrania un préstamo de cinco mil millones de dólares si no cumplía con sus exigencias. Durante una conversación telefónica con la directora general del Fondo Económico Mundial, Kristalina Georgieva, el Presidente de Ucrania fue reprendido por haber reemplazado a Yakiv Smoli con un hombre de su confianza, Kyrylo Shevchenko, que era menos inclinado a cumplir con los dictados del Fondo Monetario Internacional. Anders Aslun escribe en Atlantic Council:

Los problemas que rodean al gobierno de Zelenskiy están creciendo de manera alarmante. Primero que todo, desde marzo de 2020, el presidente ha echado atrás no sólo las reformas implantadas bajo su mandato, sino también aquéllas iniciadas por su predecesor, Petro Poroshenko. Segundo, su gobierno no ha presentado propuestas plausibles para resolver las inquietudes del Fondo Monetario Internacional sobre los compromisos no cumplidos de Ucrania. Tercero, el presidente parece ya no contar con una mayoría gobernante en el parlamento, y parece desinteresado en formar una mayoría reformista.

Es evidente que las intervenciones del Fondo Monetario Internacional están dirigidas hacia obtener el compromiso del gobierno ucraniano, de alinearse con las políticas económicas, fiscales y sociales dictadas por la agenda globalista, empezando con la 'independencia' del Banco Central de Ucrania con respecto al gobierno de la nación: eufemismo con el cual el FMI exige al gobierno de Kiev renunciar al control legítimo de su banco central, que es una de las formas como se ejercita la soberanía nacional, junto con la emisión de dinero y el manejo de la deuda pública. Por otra parte, tan solo cuatro meses antes, Kristalina Georgieva había lanzado el Gran Reinicio junto con Klaus Schwab, el Príncipe Carlos y el Secretario General de la ONU,  Antonio Guterres.

Lo que no había sido posible con gobiernos anteriores llegó a completarse bajo la presidencia de Zelenskiy, quien ganó la gracia del FMI junto con el nuevo gobernador del Banco Central de Ucrania, Kyrylo Shevchenko. Menos de un año después, a fin de demostrar su sometimiento, Shevshenko escribió un artículo para el Foro Económico Mundial intitulado Los Bancos Centrales son la Clave para Conseguir los Objetivos Climáticos de los Países, y Ucrania está Mostrando el Camino. O sea que la agenda 2030 está siendo implementada mediante chantaje.

También hay otras compañías ucranianas que tienen ataduras con el Foro Económico Mundial; el Banco Estatal del Ahorro de Ucrania (una de las mayores instituciones financieras de Ucrania), el Grupo DTEK (un importante inversionista privado en el sector de energía de Ucrania) y Ukr Land Farming (una productora principal de cultivos agrícolas). Los bancos, la energía, y la alimentación son sectores que están perfectamente en línea con el Gran Reinicio y la Cuarta Revolución Industrial teorizados por Klaus Schwab.

El 4 de febrero de 2021, el presidente ucraniano clausuró siete estaciones de televisión, incluyendo ZIK, Newsone, y 112 Ukraine, todas ellas culpables de no apoyar a su gobierno. Como lo escribe Anna del Freo:

Una áspera condenación de este acto liberticida ha llegado, entre otros, también de la Federación Europea de Periodistas y de la Federación Internacional de Periodistas, que han pedido un levantamiento inmediato del veto. Las tres difusoras ya no podrán transmitir durante cinco años: dan empleo a unas 1500 personas, cuyo trabajo está ahora en riesgo. No existe una razón verdadera por la cual deban clausurarse las tres cadenas, fuera de la arbitrariedad del ápice político de Ucrania, que las acusa de amenazar la seguridad de la información y de estar bajo la 'maligna influencia rusa'. Una reacción enérgica también viene de NUJU, la Unión Ucraniana de Periodistas, que habla de un ataque muy fuerte a la libertad de expresión, dado que cientos de periodistas están siendo privados de la oportunidad de expresarse, y cientos de miles de ciudadanos están siendo privados del derecho a ser informados.

Como podemos ver, de lo que se le acusa a Putin fue ciertamente llevado a efecto por Zelenskiy y, más recientemente, por la Unión Europea, con la complicidad de las plataformas de medios sociales. El artículo de Del Freo señala:

El clausurar cadenas televisivas es una de las formas más extremas de restricción de la libertad de prensa, dijo Ricardo Gutiérrez, Secretario General de la Federación Europea de Periodistas. Las naciones tienen una obligación de asegurar un pluralismo efectivo en la información. Está claro que el veto presidencial para nada está en línea con las normas internacionales de libertad de expresión."

Sería interesante saber qué declaraciones habrán sido hechas por la Federación Europea de Periodistas ante el silenciamiento del Russia Today y del Sputnik en Europa.

Movimientos Neonazis y extremistas en Ucrania.

Un país que pide a la comunidad internacional ayuda humanitaria para defender a su población de la agresión rusa debería, en la imaginación colectiva, distinguirse por respetar los principios democráticos y establecer legislación que prohíba las actividades y la difusión de propaganda de ideologías extremistas.

Movimientos neonazis ocupados de acciones militares y paramilitars operan libremente en Ucrania, muchas veces con apoyo oficial de instituciones públicas. Éstos incluyen los siguientes: la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) de Stepan Bandera, movimiento con una matriz nazi, anti semítica y racista ya activa en Chechenia y que forma parte del Sector de Derecha. una asociación de movimientos ultraderechistas formada en la época del golpe Euromaidan de 2013/2014; el Ejército Insurgente Ucraniano (UPA); el ala paramilitar del partido de ultraderecha Visión Misantrópica, (MD), una red neo-nazi extendida por 19 países que públicamente incita al terrorismo, el extremismo y el odio contra cristianos, musulmanes, judíos, comunistas, homosexuales y gente de color.

Debe recordarse que el gobierno ha dado apoyo explícito a estas organizaciones extremistas, tanto enviando la guardia presidencial a los funerales de sus representantes como apoyando al Batallón Azov, una organización paramilitar que oficialmente forma parte del ejército ucraniano bajo el nuevo nombre de Regimiento de Operaciones Especiales Azov y está organizado dentro de la Guardia Nacional. El Regimiento Azov está financiado por el oligarca judío ucraniano Igor Kolomoisk, ex-gobernador de Dnepropetrovsk, de quien se cree que también financia las milicias nacionalistas de Pravyi Sektor, a las cuales se les considera responsables de la masacre de Odessa. Estamos hablando del mismo señor Kolomoisky mencionado en los Papeles de Pandora como patrocinador del Presidente Zelenskiy. El Batallón tiene relaciones con varias organizaciones de ultraderecha en Europa y en los Estados Unidos.

Amnistía Internacional, luego de una reunión entre el Secretario General Salil Shetty y el Primer Ministro Arseniy Yatsenyuk, pidió al gobierno ucraniano que detuviera los abusos y crímenes de guerra cometidos por los batallones de voluntarios que operan junto con las Fuerzas Armadas de Kiev. El gobierno ucraniano ha abierto una investigación sobre el asunto, declarando que ningún oficial o soldado del Batallón Azov parece estar bajo investigación.

En marzo de 1915, el Ministro del Interior de Ucrania, Arsen Avakov, anunció que el Batallón Azov sería una de las primeras unidades a ser entrenadas por las tropas del ejército de los Estados Unidos, como parte de su misión Operación Guardia Intrépida. El adiestramiento por los Estados Unidos fue descontinuado el 12 de junio de 2015, cuando la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó una enmienda que prohibe toda ayuda al batallón (tanto en armas como en entrenamiento) por razón de su pasado neonazi. La enmienda fue revocada después por presión de la CIA, y los soldados del Batallón Azov acabaron siendo entrenados en los Estados Unidos: "Llevamos entrenando a estos tipos ya ocho años. Son verdaderamente buenos combatientes. Ahí es donde el programa de la Agencia podría tener un impacto serio."

En 2016, un informe de la Organización por la Seguridad y la Ocupación en Europa descubrió que el Batallón Azov fue responsable de la ejecución masiva de prisioneros, el ocultamiento de los cadáveres en tumbas masivas, y el uso sistemático de técnicas de tortura física y psicológica. Hace sólo unos días que el Comandante Suplente del Batallón, Vadim Troyan, fue designado Jefe de la Policía de la Región de Oblast por el Ministro del Interior, Arsen Avakiv.

Éstos son los 'héroes' que luchan junto con el ejército ucraniano contra los soldados rusos. Y estos héroes del Batallón de Azov, en vez de proteger a sus hijos, se atreven a poner a los de su popia carne para ser sacrificados, reclutando a niños y niñas en violación del Protocolo Opcional de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Niños, relacionadas con la participación de menores en conflictos: un instrumento legal que establece que ningún muchacho menor de 18 años ha de ser reclutado por la fuerza o usado directamente en las hostilidades, sea por las fuerzas armadas de un estado o por grupos armados privados.

Inevitablemente, las armas letales proporcionadas por la Unión Europea, las de la Italia de Draghi, con el apoyo de los partidos políticos ‘antifascistas', están destinadas a utilizarse contra estos niños.

La guerra ucraniana en los planes del Nuevo Orden Mundial

La censura que está siendo impuesta contra las televisoras rusas está dirigida claramente a evitar que la narrativa oficial sea probada falsa por los hechos. Pero en tanto que los medios occidentales muestran imágenes del videojuego War Thunder, escenas de la película La Guerra de las Galaxias, explosiones en China, videos de desfiles militares, el Metro de Roma, películas de Afganistán, o imágenes de crematorios móviles, haciéndolas pasar como escenas reales y recientes de la guerra en Ucrania, la realidad es pasada por alto porque ya se ha decidido provocar un conflicto como una arma de destrucción masiva que legitime nuevas restricciones de las libertades en las naciones occidentales conforme a los planes del Gran Reinicio del Foro Económico Mundial y la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

Es evidente que el pueblo ucraniano, más allá de las cuestiones que la diplomacia puede resolver, es víctima del mismo golpe de estado global que está siendo llevado a efecto por los poderes supranacionales que buscan, no la paz entre naciones sino más bien el establecimiento de la tiranía del Nuevo Orden Mundial. Hace sólo unos días, el parlamentario ucraniano Kira Rudik, sosteniendo una Kalashnikov, dijo: "Sabemos que no sólo estamos peleando por Ucrania sino también por el Nuevo Orden Mundial."

Las violaciones de los derechos humanos en Ucrania y los crímenes de las milicias neonazis denunciadas repetidamente por Putin, no pudieron encontrar una solución política porque fueron planeadas y fomentadas por la elite globalista con la colaboración de la Unión Europea, la OTAN, y el estado profundo norteamericano, con un tono anti-ruso que tiene la intención de hacer inevitable una guerra cuya meta sea el imponer, primariamente en Europa, la adopción forzosa de racionamiento de energéticos, de restricciones para viajar, de reemplazar el papel moneda con dinero electrónico y de adoptar la identificación digital de los individuos. No estamos hablando de proyectos teóricos. Éstas son decisiones que están por ser tomadas concretamente a nivel europeo así como en países individuales.

Respeto a la ley y a las normas

La intervención en Ucrania de la OTAN, los Estados Unidos, y la Unión Europea no parece tener legitimidad alguna. Ucrania no es miembro de la OTAN y como tal no debe beneficiarse de la ayuda de una entidad cuyo propósito es la defensa de las naciones miembro. Lo mismo puede decirse de la Unión Europea, que tan solo hace unos días invitó a Zelenskiy a unirse. Mientras tanto, Ucrania ha recibido 2,500 millones de dólares desde el 2014 y otros 400 millones tan solo en 2021, además de otros fondos para dar un total de 4,600 millones de dólares. Por su parte, Putin ha dado 15,000 millones en préstamos a Ucrania para salvarla de la bancarrota. La Unión Europea, por su parte, ha enviado 17 millones de fondeo, además del fondeo enviado de varias naciones individuales. Pero esta asistencia ha beneficiado sólo mínimamente a la población.

Además, interviniendo en la guerra de Ucrania a nombre de la Unión Europea, la Presidente de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyden, está violando los artículos 9, 11 y 12 del tratado de Lisboa. La competencia de la Unión Europea en esta área corresponde al Consejo Europeo y al Alto Representante. En ningún caso, corresponde a la Presidente de la Comisión. ¿En qué capacidad presume la Presidente von den Leyden actuar cual si ella fuera la Cabeza de la Unión Europea, usurpando un papel que no le pertenece? ¿Por qué nadie interviene, especialmente considerando el peligro al cual están siendo expuestos los ciudadanos europeos por la posibilidad de represalias rusas?

Además, en muchos casos las constituciones de las naciones que ahora están enviando ayuda y armas a Ucrania no contemplan la posibilidad de entrar a un conflicto. Por ejemplo, el artículo 11 de la Constitución Italiana dice "Italia repudia la guerra como instrumento de ofensa para la libertad de otros pueblos o como medio para resolver controversias internacionales." Enviar armas y soldados a una nación que ni es parte de la OTAN ni miembro de la Unión Europea constituye de hecho una declaración de guerra a la nación beligerante (en este caso Rusia), y debería requerir la deliberación previa a la declaración, como lo contempla el Artículo 78 de la constitución Italiana: "Las cámaras [del Parlamento] deliberan sobre el estado de guerra y confieren los poderes necesarios al gobierno." No parece que hasta la fecha las cámaras hayan sido convocadas para expresarse en este sentido, o que el Presidente de la República haya intervenido para exigir cumplimiento con la disposición constitucional. El primer ministro Draghi, designado por la camarilla globalista para la destrucción de italia y su esclavización definitiva a los poderes supranacionales, es uno de los muchos jefes de gobiernos nacionales que considera la voluntad de los ciudadanos como un obstáculo molesto para la ejecución de la agenda del Foro Económico Mundial. Después de dos años de violaciones sistemáticas de derechos fundamentales y de la Constitución, es difícil de creer que quiera poner los intereses de la nación italiana por delante de los intereses de aquéllos que lo han puesto en el poder. Por el contrario, mientras más desastrosos sean los efectos de las sanciones adoptadas por su gobierno, más puede considerarse apreciado por aquéllos que le han dado el poder. El golpe perpetrado por medio de la emergencia psico-pandémica procede ahora con nuevas y desafortunadas decisiones, ratificadas por un Parlamento sin carácter.

Es además una violación del artículo 288 del Código Penal Italiano el permitir que ciudadanos italianos – incluyendo a miembros de la mayoría en el gobierno y dirigentes políticos – respondan a la apelación del Embajador Ucraniano de enrolarse en la legión extranjera: "Todo aquél que en terrritorio [italiano], sin aprobación gubernamental, se enrole o arme a ciudadanos para que presten sus servicios [en las fuerzas armadas] en favor de una nación extranjera, ha de castigarse con prisión por un período no menor de 4 ni mayor de 15 años." Ningún magistrado, al menos hasta ahora, ha intervenido para castigar a aquéllos que sean responsables de este crimen.

Otra violación se halla en la actividad de transferir niños de Ucrania a Italia (y presumiblemente también a otras naciones) que hayan sido gestados por la vía de maternidad subrogada, ordenada por parejas italianas en violación a la Ley 40/2004, sin que se imponga una pena a los culpables de este crimen, así como a sus cómplices.

También debe recordarse que las declaraciones de miembros del gobierno o de dirigentes políticos con relación a la Federación Rusa y su Presidente, junto con las sanciones que han sido adoptadas contra Rusia, y los repetidos casos de discriminación arbitraria contra ciudadanos, compañias, artistas, y equipos deportivos rusos por el solo hecho de ser rusos, no sólo son provocaciones que deberían ser evitadas a fin de permitir un arreglo sereno y pacífico de la crisis ucraniana, sino que también pone la seguridad de los ciudadanos italianos en un riesgo muy serio (igual que a los ciudadanos de otras naciones que están adoptando una postura semejante hacia Rusia). La razón de esa imprudente temeridad es incomprensible, a menos de que se tenga un deseo intencional de producir reacciones en la parte opositora.

El conflicto ruso-ucraniano constituye una trampa muy peligrosa que ha sido plantada contra Ucrania, Rusia y las naciones de Europa.

Ucrania es la víctima más reciente de consumados verdugos

La crisis ruso-ucraniana no explotó de manera repentina hace un mes. Ha sido preparada y fomentada durante largo tiempo, ciertamente comenzando con el golpe de estado derechista ocurrido en Ucrania en el 2014, buscado en clave anti-rusa por el estado profundo norteamericano. Esto está demostrado, entre otros hechos incontrovertibles, por el entrenamiento del Batallón Azov dado por la CIA "para matar rusos", con la CIA forzando la revocación de la enmienda hecha por el Congreso en 2015, prohibiendo ayuda al batallón. Las intervenciones por Joe y Hunter Biden han ido en la misma dirección. Así pues, hay evidencia de una premeditación consistente con la incesante expansión de la OTAN hacia el este. La Revolución de Color de Euromaidan, así como el establecimiento de un gobierno pro-OTAN, compuesto de homines novi adiestrados por el Foro Económico Mundial y George Soros, tenía la intención de crear las condiciones para la subordinación de Ucrania al bloque de la OTAN, separándola de la influencia de la Federación Rusa. Para este fin, la acción subversiva de las ONGs del filántropo Húngaro, apoyado por propaganda en los medios, se ha mantenido en silencio acerca de los crímenes de las organizaciones paramilitares neonaazis, financiadas por la misma gente que patrocina a Zelenskiy.

Pero, si el lavado de cerebro llevado a cabo por los grandes medios de comunicación de los países de Occidente ha sido exitoso en transmitir una narrativa totalmente distorsionada de la realidad, no puede decirse lo mismo de Ucrania, donde la población está bien consciente de la corrupción de la clase política en el poder, así como de lo remota que se le encuentra de los problemas verdaderos de la nación ucraniana. Nosotros en Occidente creemos que los 'oligarcas' están solamente en Rusia, cuando en la realidad están presentes por toda la galaxia de naciones que anteriormente conformaban la Unión Soviética, donde pueden acumular riquezas y poder simplemente poniéndose a disposición de 'filántropos' extranjeros o de empresas multinacionales. Poco importa si sus cuentas en paraísos fiscales son una causa primaria de la pobreza de los ciudadanos de estas naciones, de lo atrasado de sus sistemas de salud, del poder excesivo de la burocracia, de la ausencia casi total de servicios públicos, del control extranjero de empresas estratégicas y de la pérdida progresiva de soberanía e identidad nacional; lo importante es "hacer dinero" y ser inmortalizado junto con las personalidades políticas, los banqueros, los mercaderes de armas, y aquéllos que hacen morir de hambre a su gente. Y luego vienen a los balnearios de moda de Versilia o a la costa de Amalfi para ostentar sus yates y sus tarjetas platinum ante el mesero emigrado de Odessa o ante la afanadora emigrada de Kiev que envían sus escasos salarios a sus lugares de origen. Estos multimillonarios ucranianos que llevan sus kipás puestos, son aquéllos que están vendiendo a Ucrania al Occidente corrupto y corruptor, trocando la esclavización de sus compatriotas bajo los usureros que están haciéndose del mundo entero, a cambio de alcanzar su bienestar personal, usando en todas partes los mismos sistemas despiadados e inmorales. En el pasado recortaban los salarios en Atenas y Tesalónica; ahora simplemente han ampliado sus horizontes a toda Europa, donde la población sigue mirando incrédulamente, al tiempo que se les impone, primero una dictadura sanitaria y luego una dictadura ambientalista.

Por otra parte, sin el pretexto de una guerra ¿cómo podrían haber justificado el desorbitado precio del gas y los combustibles, forzando el proceso de una transición ecológica impuesta desde arriba a fin de controlar a las empobrecidas masas? ¿Cómo pudieron haber hecho que los pueblos del mundo occidental se tragaran el establecimiento de la tiranía del Nuevo Orden Mundial cuando estaba desenmarañándose la farsa de la pandemia y sacándose a la vista los crímenes contra la humanidad cometidos por las grandes farmacéuticas?

Y en tanto que los jefes de gobierno de la Unión Europea culpan a Rusia por el inminente desastre, las elites occidentales demuestran que quieren destruir hasta la agricultura para poder aplicar los horrores del Holodomor a una escala mundial. Por otra parte, en muchos países (incluyendo Italia) está teorizándose la privatización de las aguas navegables interiores – y el agua es un bien público inalienable – para ventaja de las multinacionales y con el objetivo de controlar y limitar las actividades agrícolas. El gobierno pro-OTAN de Kiev no se comportó de manera muy diferente: durante ocho años Crimea fue privada del agua del Río Dnieper a fin de evitar la irrigación de los campos y hacer morir de hambre al pueblo. Ahora, a la luz de las sanciones que están siendo impuestas sobre Rusia y de la enorme reducción en los abastecimientos de granos, podemos entender las enormes inversiones que Bill Gates ha hecho en agricultura; siguiendo la misma despiadada lógica de generación de ganancias que ya fue experimentada con la campaña de vacunación.

El pueblo ucraniano, independientemente del grupo étnico al que pertenezca, no es más que rehén involuntario del régimen totalitario supranacional que puso de rodillas a las economías nacionales del mundo entero mediante engaños relacionados con el COVID, luego de haber teorizado acerca de la necesidad de diezmar a la población mundial y convertir a los supervivientes en pacientes crónicamente enfermos que tienen comprometido su sistema inmunológico irreparablemente.

El pueblo ucraniano debe pensar bien si pedir o no la intervención de la OTAN o de la Unión Europea, siempre que sea realmente el pueblo ucraniano quien lo decida, y no sus corruptos dirigentes, auxiliados por mercenarios racistas y grupos neo-Nazis bajo la paga de los jerarcas. Porque aun cuando se les ha prometido liberarlos del invasor – con quien comparten una herencia común religiosa y cultural por haber sido mucho tiempo parte de la Gran Rusia – en realidad lo que está siendo preparado cínicamente es su cancelación definitiva, su esclavización al Gran Reinicio que lo prevé todo excepto la protección de su identidad, de su soberanía y de sus fronteras.

Que el pueblo de Ucrania vea lo que ha pasado a las naciones de la Unión Europea, el espejismo de prosperidad y seguridad se viene abajo al contemplar los escombros dejados por el Euro y los cabildeadores de Bruselas. Naciones invadidas por inmigrantes illegales que alimentan el crimen y la prostitución; su tejido social destruido por ideologías políticamente correctas, llevadas conscientemete a la bancarrota por imprudentes políticas económicas y fiscales; conducidas a la pobreza por la eliminación de protecciones laborales y de seguridad social; privadas de un futuro por la destrucción de la familia y la corrupción moral e intelectual de las nuevas generaciones.

Las que en un tiempo fueron naciones prósperas e independientes, diversas en sus respectivas especificidades étnicas, lingüísticas, culturales, y religiosas, han sido transformadas ahora en masas informes de gente sin ideales, sin esperanzas, sin fe, sin siquiera tener la fortaleza para reaccionar contra los abusos y crímenes de aquéllos que los gobiernan. Una masa de clientes de las corporaciones, esclavos del sistema de control detallado impuesto por la farsa de la pandemia, aun ante la evidencia del fraude. Una masa de personas sin identidad individual, marcadas con códigos QR como animales de una granja intensiva, como productos de un inmenso centro comercial. Si esto ha sido el resultado de renunciar a la soberanía nacional en todos los países – cada uno sin excepción – que se han confiado del timo colosal que es la Unión Europea ¿por qué habría de ser diferente con Ucrania?

¿Es esto lo que sus padres deseaban, lo que esperaban, a lo que aspiraban cuando recibieron el bautismo junto con Vladimir el Grande en las riberas del Dnieper?}

Si hay un aspecto positivo que cada uno de nosotros puede reconocer en esta crisis, es que ha revelado el horror de la tiranía globalista, su despiadado cinismo, su capacidad de destruir y aniquilar todo lo que toca. No es para los Ucranianos unirse a la Unión Europea o la OTAN; es más bien para las demás naciones el que al fin sean sacudidas por su orgullo y su valor para abandonar esas organizaciones, sacudiéndose este detestable yugo y redescubriendo su propia independencia, su soberanía, su identidad y su fe. Sus almas mismas.

Para ser claros, el Nuevo Orden no es un destino ineludible, y se puede subvertir y denunciar, si los pueblos del mundo tan solo se dan cuenta de que han sido engañadas y defraudadas por una oligarquía de criminales claramente identificables, que algún día habrán de responder por esas sanciones y esos bloqueos de fondos que ahora aplican con impunidad a cualquiera que no se arrodille ante ellos.

Una apelación a la Tercera Roma

Para Rusia también es una trampa este conflicto. Esto es porque satisfaría el sueño del estado profundo de Norteamérica para sacar a Rusia definitivamente del contexto europeo en sus relaciones comerciales y culturales, empujándola a los brazos de China, quizás con la esperanza de que la dictadura de Pekín pueda persuadir a los rusos de aceptar el sistema de crédito social y otros aspectos del Gran Reinicio que, hasta ahora, Rusia ha podido evitar, por lo menos en parte.

Es una trampa, no porque Rusia esté equivocada en desear "desnazificar" a Ucrania de sus grupos extremistas y en garantizar la protección de los ucranianos de habla rusa, sino porque son precisamente estas razones – teóricamente sostenibles – las que fueron creadas específicamente para provocarla e inducirla a que invada Ucrania, de manera tal que provoque la reacción de la OTAN, que ha sido preparada desde hace algún tiempo por el estado profundo y la elite globalista. El casus belli fue planificado deliberadamente por los verdaderos perpetradores del conflicto, a sabiendas de que habría de producir exactamente tal respuesta de Putin. Y está en Putin, independientemente de si está o no en lo correcto, el no caer en esta trampa, y en lugar de ello voltearles el juego ofreciéndole a Ucrania las condiciones de una paz honorable sin continuar con el conflicto. De hecho, mientras Putin más piense que está en lo correcto, más debe demostrar la grandeza de su nación y el amor por su pueblo, no cayendo en las provocaciones.

Permítaseme repetir las palabras del Profeta Isaías: Dissolve colligations impietatis, solve fasciculos deprimentes, dimitte eos qui confracti sunt liberos, et omne onus dirumpe; frange esurienti panem tuum, et egenos vagosque induc in domum tuam; cum videris nudum, operi eum, et carnem tuam ne despexeris. Tunc erumpet quasi mane lumen tuum; et sanitas tua citius orietur, et anteibit faciem tuam justitia tua, et gloria Domini colliget te.

Desatad las ligaduras de la impiedad, soltad las cargas de la opresión, dejad ir libres a los quebrantados, y romped todo yugo. Compartid vuestro pan con el hambriento, albergad en vuestra casa a los pobres vagabundos. Cuando veais a uno desnudo, cubridlo, y no le deis las espaldas a los de vuestra sangre. Entonces vuestra luz nacerá como el alba, y vuestra salvación se dejará ver pronto. Vuestra justicia habrá de ir delante de vosotros, y la gloria del Señor os seguirá de cerca.

La crisis mundial, mediante la cual la disolución de la sociedad tradicional está siendo preparada, también ha envuelto a la Iglesia Católica, cuya jerarquía ha sido secuestrada por apóstatas cortesanos del poder [4]. Hubo una época en la cual los papas y los prelados confrontaban a reyes sin inquietarse del respeto humano, pues sabían que hablaban con la voz de Jesucristo, el Rey de reyes. La Roma de los césares y de los papas está ahora desierta y silenciosa, tal como durante siglos la Segunda Roma de Constantinopla también había sido silenciada. Quizás la Providencia ha ordenado que Moscú, la Tercera Roma deba ahora tomar, a la vista del mundo, el papel de κατέχον [katejon] (2 Tes 2:6-7), de obstáculo esjatológico para el Anticristo. Si los errores del comunismo se difundieron por la Unión Soviética, hasta el punto de imponerse al interior de la Iglesia, Rusia y Ucrania pueden ahora tener un papel histórico en la restauración de la Civilización Cristiana. contribuyendo a traer al mundo un período de paz del cual la Iglesia también surja nuevamente purificada y renovada en su ministerio.

Los Estados Unidos de América y las naciones europeas no deben marginar a Rusia, sino más bien formar con ella una alianza, no solamente para la restauración del comercio para la prosperidad de todos, sino con miras a la reconstrucción de una civilización cristiana, que por sí misma puede salvar al mundo del monstruo tecno-sanitario-transhumanista-globalista.

Consideraciones finales

Hay una gran inquietud porque los destinos de los pueblos del mundo están en manos de una elite que no rinde cuentas de sus decisiones a nadie, que no reconoce autoridad alguna arriba de ella y que, a fin de procurar sus propios intereses, no vacila en poner en riesgo la seguridad, la economía, y las mismas vidas de miles de millones de personas, con la complicidad de políticos a su servicio y de los gandes medios de comunicación masiva. La falsificación de los acontecimientos, las grotescas adulteraciones de la realidad, y la parcialidad con la que se difunden las noticias, se presentan junto con la censura de voces disidentes, y conducen a formas de persecución étnica contra los ciudadanos rusos, que son discriminados en su contra precisamente en los países que se dicen ser democráticos y respetuosos de los derechos individuales.

Yo sinceramente espero que mi llamado al establecimiento de una Alianza Anti-Globalista que unifique a los pueblos del mundo contra la tiranía del Nuevo Orden Mundial sea aceptado por aquéllos que de corazón buscan el bien común, la paz entre las naciones, la concordia entre los pueblos, la libertad para todos los ciudadanos y el futuro de las nuevas generaciones. Y todavía antes que eso, que mis palabras – junto con las de muchas personas intelectualmente honestas – contribuyan a traer a la luz la complicidad y la corrupción de aquéllos que emplean las mentiras y el fraude para justificar sus crímenes, aun en estos momentos de grave aprensión acerca de la guerra en Ucrania.

Que nos escuchen los fuertes para no hacerse débiles ante la injusticia. que los poderosos nos escuchen si desean que su poder no sea de destrucción sino de apoyo para los pueblos y de protección para la tranquilidad en el orden y el trabajo
(Pío XII, Mensaje radiofónico a los Jefes de Estado y Pueblos del Mundo ante el Peligro de una Inminente de Guerra, 24 de agosto de 1939)

Que la Santa Cuaresma conduzca a todos los Cristianos a pedir perdón a la Divina Majestad por los pecados de aquéllos que pisotean Su Santa Ley. Que la penitencia y el ayuno muevan a misericordia a Dios Nuestro Señor mientras repetimos las palabras del Profeta Joel: Parce, Domine: parce populo tuo; et ne des hæreditatem tuam in opprobrium, ut dominentur eis nationes. 

Perdona a tu pueblo, Señor y no pongas en oprobio tu heredad para que los pueblos se enseñoreen de ella.

 

Ex Nuncio Apostólico para los Estados Unidos de América
6 de marzo de 2022
Primer domingo de Cuaresma

[1] En el 2011, Kolomoisky fue uno de los co-fundadores del Parlamento Judío Europeo, junto con el multimillonario Vadim Rabinovich. Cf. https://ejp.eu/. Nótese que Rabinovich es miembro de la Plataforma de Oposición – Pro Vida, el partido politico ucraniano pro-ruso cuyo dirigente, Viktor Medvedcuk, fue arrestado por Zelenskiy.
[2] Según el político ruso Viktor Vladislavovich Zubarev, miembro de la Duma del Estado, también se dice de Zelenskiy que tiene $1,200 millones depositados en el Dresdner Bank en Costa Rica y una villa en Miami adquirida en $34 millones. Para un cuadro más completo, véase la investigación hecha por Slidstvo-info, una agencia independente ucraniana de periodismo investigativo.
[3] Debe notarse que el ministro italiano de Transición  Ecológica, Roberto Cingolani, decidió hace unos días vender una participación en acciones petroleras a Ucrania “como ayuda concreta también en el frente de energía ,” exactamente como durante la pandemia donó millones de mascarillas a China, sólo para luego volverlas a comprar de Pekín poco tiempo después.
[4] En su número del 6 de marzo, Famiglia Cristiana lleva un encabezado que comenta sobre un artículo por el fundador de la Comunidad Sant’Egidio , Andrea Riccardi: “Paremos la guerra y construyamos un nuevo orden mundial.”