martes, 1 de octubre de 2019

Se Cierne la Tormenta

Se cierne la tormenta



Tomado de Christian Order, febrero de 2019
Traducido del ingles por Roberto Hope

Macron: "¿Por qué hay miles de personas allá afuera?"

Funcionario: "Son el pueblo de Francia, que viene a decirle adiós, Señor Presidente."

Macron: "¿Y a dónde van?

Podemos disfrutar de un chiste aun cuando percibimos su gravemente seria alusión a la brigada del Nuevo Orden Mundial. Pinta a Monsieur Président de la République como un retroceso al feudalismo: un orquestador del caos del siglo veintiuno quien, ante los campesinos sublevados despliega el mismo sentido de superioridad, privilegio y egoísmo que ellos siempre le han atribuido a sus bêtes noires, los monarcas del pavoroso Ancien Regime, como si dijera: "¡ustedes, hordas engreídas, pueden comer lodo, pero nosotros nos mantenemos apegados a nuestro foie gras y Sauterne añejo! ¡Largo de aquí!

Insufrible y peligrosa, esta pomposidad distintiva conforma la ventajosa actitud criminal de los globalistas a costa del bien común, aislándose de las masas que ellos despiadadamente manipulan y explotan, a la vez que venden a sus naciones y sus derechos naturales. De hecho las protestas de éstas últimas que ahora estallan por todo el Occidente, son incomprensibles para los ricos, apátridas, trans-nacionalistas, faltos de sentimientos patrióticos y ajenos a la vida y a las preocupaciones ordinarias.

Emmanuel Macron es el epítome del tipo.

Ex-banquero de inversión de Rothschild & Cie. (banco francés perteneciente a Rothschild & Co), hasta el mismo predecesor presidencial de Macron y camarada socialista de champaña, Francoise Hollande lo ha llamado "el presidente de los muy ricos" o, lo que es lo mismo, el más reciente autonombrado títere producido por la Casa Rothschild para promover sus intereses.

¿Qué esperanza tiene esa criatura fabricada, de privilegio masónico, de comprender a los gilets jaunes (chalecos amarillos) y a los millones de personas por todo el país, que éstos representan, hartados de la injusta, interesada, incompetente clase dirigente personificada por el propio Emmanuel?

Como lo alude nuestro chiste; exactamente cero.

Que es por lo que el movimiento sigue avanzando: 27,000 manifestantes reunidos en el décimo fin de semana consecutivo al momento en que esto escribo. Haciendo eco de estos puntos, el comentarista francés independiente, François Maceron, observó que el único sorprendido es el gobierno.

"Mientras sigan las causas, el movimiento va a persistir. Hasta ahora no ha habido una respuesta seria a las inquietudes expresadas por los chalecos amarillos. Todo lo contrario."

"En tanto que los chalecos amarillos son gente de clase media, que está luchando por sobrevivir, quienes exigen que se detenga el aumento del impuesto [al diesel], el gobierno se encarga de cuidar a los que no tienen dónde vivir y a los desempleados, todas las diferentes categorías que viven de la ayuda social. A mediano plazo, esto significa que las clases medias habrán de ser todavía más castigadas. [Así, el gobierno] hará lo contrario de lo que se le pide."

"Debe de pasada observarse que este gobierno, y los tecnócratas que lo apoyan, no son seres superiores como tratan de hacer creer, sino amateurs que no tienen idea de la realidad social ni del terreno que han visto sólo desde las ventanas del ENA. [Medias-Presse.Info, 10/1/19].

La escuela élite para los servidores públicos, de los cuales Macron es un producto de vía rápida típico [habiendo sido lanzado en paracaídas a un alto cargo en el servicio civil a la corta edad de 27 años], L’Ecole d’Administration Nationale (ENA) representa "el interminable ciclo protegido de patronazgo, promoción, favoritismo y amiguismo." Como lo observa el blog Quid Verum, "la ENA tiene un completo y absoluto control sobre el estado francés. Sólo cien estudiantes se gradúan cada año." Como consecuencia, la ENA se ha vuelto una "casta élite auto-replicante — y un pase de admisión a la clase gobernante francesa."

Sorprendentemente, todo presidente francés desde de Gaulle ha sido un graduado de la ENA, con la excepción de Georges Pompidou, que estudió en Sciences Po [Institut d'Études Politiques de París, la segunda escuela élite]. Ocho de los últimos diez primeros ministros han sido enarques. Todos los departamentos del gobierno/servicio civil son dirigidos por enarques, ¿Y qué hay de los negocios? El 84% de los 546 altos ejecutivos de las 40 compañías más grandes de Francia son graduados de un puñado de escuelas élite. El 48% provienen de la ENA y de Sciences Po.

Esta connivencia sistémica es lo que produjo el movimiento de protesta, que meramente fue desencadenado por un impuesto al diesel, pero que ha estado gestándose durante décadas. Quid Verum sigue diciendo:

"Las élites francesas son hombres y mujeres jóvenes a quienes se les ha dicho no solamente que son la créme de la créme de los intelectuales, sino que son moralmente superiores. Seres humanos mejores que sus inferiores.


Esta gente es arrogante, pero también es ignorante. Criados en familias muy adineradas y mimados en las redes de las que son parte esas familias, no tienen idea de lo que es la gente común ni de cómo es su vida.

La arrogancia unida a la ignorancia producen una mezcla muy tóxica. El echar mano al cambio climático por parte de Macron para justificar los impuestos al diesel, así como su indignante sugerencia de que los franceses comunes viajen menos en auto, son un ejemplo clásico del problema.

Et voilá, el meollo del asunto en países por todo el orbe.

Élites culpando a la gente ignorante por los problemas que las mismas élites han causado. Élites jamás siendo llamadas a cuentas por su incompetencia. Y élites jamás teniendo que experimentar en carne propia las condiciones causadas por sus ideas fallidas.

Los franceses están cansados de ser sujetados en cadenas por la clase gobernante. Están cansados de ser pobres y de estar desempleados.

Quieren una nueva dirección para su amada nación.

¿Suena familiar?

Traición y disgusto

¡Pudiera decirse!

Detrás del 'nacionalismo' y del 'populismo' que se desata por todas partes está una exasperación semejante con la 'clase gobernante' globalista. Los mismos tipos que han tratado de hacer fracasar el Brexit — en muchos casos escupiéndoles en la cara a la mayoría de sus propios electores.

Deprimidos por el temor de que Gran Bretaña deje a sus 'mejores compañeros del mundo' — los australianos — 'desamparados' por otros 40 años, el ex-Alto Comisionado Alexander Downer recalcó recientemente la farsa que hemos tenido que aguantar desde las 4:40 de la mañana del 24 de junio de 2016, cuando fue confirmado extraoficialmente el resultado del referendo. En el Sunday Express del 20 de enero, Downer se lamentaba de que:

Él pueblo inglés votó por abandonar la Unión Europea, pero dos tercios del parlamento no estuvo de acuerdo con la decisión del pueblo. Docenas de arteras estratagemas están siendo utilizadas para desafiar la voluntad del pueblo.... ¿El plan? hacer que se cancele el Brexit.

En tanto que reprochan a quienquiera que asocie las raíces Nazis de la Unión Europea con sus frutos dictatoriales, la clase dirigente simultáneamente ha organizado una campaña de propaganda digna de Goebbels — el Proyecto Pavor..

Interminables escenarios del peor de los casos al dejar la Unión Europea son pregonados por los globalistas de arriba a abajo, desde el gobernador del Banco de Inglaterra (el canadiense Mark Carney, ex funcionario de Goldman Sachs) hasta los desalmados socialistas de champaña de extrema izquierda del grupo Momentum del Partido Laborista, y todo utópico 'progresista' de sofá que haya entre unos y otros.

La vida británica fuera de la Unión Europea (léase Bruselas-Berlín-Paris) se pinta en términos apocalípticos, haciendo caso omiso de los intereses comerciales de regiones tan importantes como Baviera; o sea, las regiones de la Unión Europea que por necesidad económica exigirán que se logre un arreglo con la rica Gran Bretaña, sea antes o después de la fecha límite del 29 de marzo. Pronósticos nefastos (que nunca se materializan) son aceptados sin crítica alguna por la BBC y los medios controlados de comunicación corporativos, que luego se los imponen a un público mal servido y terriblemente engañado,

Y, sin embargo, a pesar del caos artificial que ha embrollado al Brexit desde el principio gracias al histérico empecinamiento de los medios ultra-eurófilos; una reciente encuesta de ComRes determinó que la mayoría de los votantes (53%) siguen queriendo que se respete el resultado del referéndum: Menos de un tercio de los votantes (31%) quiere que se cancele el Brexit o que se haga un segundo referéndum sobre las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea [Daily Express, 17 ene 2019]

Considerando las circunstancias adversas, éstas son cifras notables. Además, la nauseabunda traición bipartita produjo juicios condenatorios. 

Sólo el 10% de los votantes encuestados piensa que los políticos están al tanto del estado de ánimo del país, en tanto que el 74 % expresó su desacuerdo con esa afirmación.

Casi cuatro de cada cinco (79%) está en desacuerdo con la afirmación de que el Parlamento está saliendo con buena cara del proceso Brexit', con sentimientos similares entre los votantes conservadores y los laboristas.


Todavía más al punto; en respuesta al planteamiento: "El proceso Brexit ha demostrado que la generación actual de políticos no está a la altura de su cargo" el 75% estuvo de acuerdo. 

Además, grandes mayorías consideran que el actual sistema político no ha dejado que su voz sea escuchada (67%) y quiere una lista de reformas radicales para llevar a efecto una completa reconstrucción del sistema político británico (72%). Éstas incluyen una demanda de mayor descentralización en la toma de decisiones; una perspectiva Brexit en total contraposición con la autoritaria Bruselas.

Quizás el más indicativo y portentoso de todos los resultados, el 52% de los votantes concordaba con esta afirmación: "Theresa May está en lo correcto al advertir que si Brexit se detiene, causará "una catastrófica e imperdonable violación de la confianza en nuestra democracia." Sólo el 26% de los votantes manifestaron su desacuerdo.

Distantes y carentes de todo sentido común, los ocupantes de la burbuja de Westminster se mantienen despreocupados de las consecuencias últimas señaladas en el resultado de esa encuesta — seria agitación social. De manera semejante, despreocupadamente ignoran el precedente potencialmente anárquico del parlamento secuestrando el proceso Brexit para echar abajo la voluntad expresada por 17.4 millones de votantes. Esto hace recordar el choque revolucionario que tuvo Oliver Cromwell con el parlamento, como lo observó el Presidente del Comité de Escrutinio Europeo de la Cámara de los Comunes, Sir Bill Cash, así como el ex Secretario de Brexit, David Davis durante la audiencia sobre el avance de la separación de la Unión Europea, televisada el 16 de enero.


Violencia sin límites

Por supuesto, la revolución sangrienta es más un pasatiempo francés que uno inglés. Pero los encabezados de noticias que proclaman la movilización de las fuerzas armadas en el caso de que un Brexit 'intransigente' cristalice en un aumento en la violencia contra los despreciados 'nacionalistas' de todas partes. 

Ataques brutales por toda Europa y los Estados Unidos son ahora el pan de todos los días. Considere también que la rama alemana de la 'Antifa' financiada por Soros son todavía más violentos y están mejor organizados que sus equivalentes en los Estados Unidos: la consignas que gritaban éstos últimos — "No Trump! No Wall! No USA at all!" (No a Trump! No al Muro! No a los EU en absoluto!) — conduciendo la estrategia de 'divide y vencerás' del Nuevo Orden Mundial que busca convertir a Occidente en una distopia comunista sin fronteras.

Sin embargo, tal como la prensa cómplice deja a los mecenas de Antifa, como Soros, que prosigan con su proyecto devastador año tras año, enriqueciendo a los oligarcas (incluyendo a los dueños de los medios masivos de comunicación) y al mismo tiempo endilguen niveles insostenibles de deuda nacional sobre la generación actual y las futuras, de la misma manera, los camisas cafés operan también impunemente. Son raros los arrestos y las reacciones policiales enérgicas.

De manera típica, el pasado noviembre, un grupo afiliado a Antifa ("Smash Racism DC") cayó en la residencia del conductor de noticias de Fox News, Tucker Carlson con la misión, que ellos mismos reconocieron, de provocar 'temor' en su familia. Gritando en el jardín frente a su casa, "Tucker Carlson, lucharemos. Sabemos dónde duermes en la noche," también se lanzaron contra la puerta del frente, rajándola. Carlson y sus cuatro hijos habían salido. Pero su aterrorizada esposa, sola en su casa, se encerró en una alacena y llamó a la policía, que llegó minutos más tarde.

La chusma 'acabó dispersándose' informó Fox, pero no se sabe si se hicieron arrestos. Ante tan osada y extrema criminalidad, ¿cómo pudo ser eso posible? Y ¿por qué es la ausencia de una rápida y bien publicitada justicia el patrón indiferente?

No era una protesta. Era una amenaza. No protestaban nada específico que yo hubiera dicho. No me pedían que cambiara nada. No estaban protestando una política o propugnando alguna legislación. Estaban amenazándome así como a mi familia y diciéndome que abandonara mi vecindario en la ciudad donde me crié.

Despreocupada y aparentemente intocable, la chusma de Smash Racism DC había prometido públicamente en una entrada en Facebook del 3 de noviembre de 2018 que "pronto la clase gobernante va a añorar los días cuando meramente les arruinábamos la cena." Suena cómicamente Bolchevique. Como se demostró en la residencia de Carlson cuatro días más tarde, sin embargo, no son cuestión de risa las palabras y acciones cada vez más violentas de los personajes y grupos de izquierda.

Las protestas contra el Juez de la Suprema Corte Brett Kavanaugh vio gritos iracundos, intentos casi constantes de silenciar con gritos las audiencias del comité, y hasta intentos de allanar el edificio de la Suprema Corte cuando el nuevo Juez protestaba su juramento de toma de posesión del cargo. Manifestantes también persiguieron a muchos diputados Republicanos a su paso por el Reagan National Airport, y agredieron a Republicanos en los salones de los edificios de oficinas del Senado.

Varios Demócratas prominentes, incluyendo al ex-procurador general Eric Holder, Maxine Waters, y el Senador Cory Booker también han alentado a sus seguidores a confrontar personalmente a los Republicanos. La candidata presidencial fracasada Hillary Clinton declaró que los demócratas no deberían ser "comedidos" con los Republicanos hasta recuperar el Senado, y la Senadora Mazie Hirono se rehusó a declarar que los manifestantes no debieran perseguir a los Republicanos hasta sus casas o a restaurantes [Life Site News]

El punto es que no debemos esperar mucha ayuda de la prensa o de las autoridades cuando se redoblan estos ataques dirigidos a patriotas respetuosos de la ley. François Maceron cita a un oficial de policía francés que dice: "En casos de perturbaciones al público, nuestra tarea es restaurar el tráfico normal. Nuestro papel normalmente no es hacer arrestos." Esto explica, dice él, por qué los criminales gozan de gran impunidad y siempre vuelven." Por el contrario, considérese el tratamiento de las protestas de los gilets jaunes, Bajo un verdaderamente impactante fotomontaje de caras y cuerpos ensangrentados, leemos el siguiente informe francés:

Un repaso de la represión policial contra los chalecos amarillos: 6,000 arrestos, 2,000 heridos, ojos reventados, manos arrancadas, quijadas estalladas, jóvenes deformados, gaseados y aporreados.

No, no se trata de Corea del Norte ni de China, ni de la República Bolivariana de Venezuela dirigida por el terrible Maduro, ni del Imperio de Putin tan odiado por la clase dirigente políticamente correcta! Estamos en Francia donde la corrupción del mundo político contemporáneo es digna de la Tercera República. Estamos bajo el gobierno de Macron que toma la apariencia de un pequeño dictador cubano encarando la ira de los chalecos amarillos.

Además de varios cientos de manifestantes severamente heridos, diez personas han sido muertas en medio de las protestas de los chalecos amarillos, como lo comenta Macron, "algunos criminales han tratado de aprovechar la excitación causada por el movimiento de los chalecos amarillos sea con propósitos de anarquía (destrucción, ataques contra la policía o contra edificios, vandalismo) o con el propósito de saquear." Pero, fiel a las formas:


Para eludir las reformas que no quiere hacer, incluyendo una importante reforma fiscal, el gobierno está tratando de desviar la atención hacia los criminales. El gobierno, ... ha utilizado [este elemento no representativo] y seguirá usándolo para desacreditar el movimiento de los chalecos amarillos, compuesto en general por gente de paz.


Brecha peligrosa

Para entender por qué un número creciente de "gente de paz" habría de hacer peligrar sus vidas tomando las calles de Francia, Italia, Estados Unidos, Alemania y otros lados es simplemente comprender la obscena y siempre creciente brecha entre los que tienen y los que no. Como lo reconoció la ex-presidente del Banco de la Reserva Federal, Janet Yellen, hace cuatro años:

No es un secreto que las pasadas pocas décadas de creciente desigualdad puede resumirse como incrementos significativos en su ingreso y riqueza para aquéllos que están en el nivel más alto, y estándares de vida estancados para la mayoría.


Las cifras son para dejarnos boquiabiertos — y son inquietantes. Como lo explicó un observador en una entrada del 13 de diciembre de 2018:

Según un informe del 2017 del Institute for Policy Studies, tres multimillonarios — Jeff Bezos, Warren Buffet y Bill Gates — han amasado tanta riqueza como la mitad inferior de la sociedad americana. Esas son 160 millones de personas! O como lo informó Oxfam en enero de este año, la riqueza de ocho hombres (incluyendo los tres antes mencionados) es igual a la de la mitad de la gente del planeta en 2017. Vóitelas! Y sólo para darles una idea de a dónde nos dirigimos a velocidad supersónica, un reporte de Oxfam de un año antes, eran 62 los multimillonarios dueños de la mitad de la riqueza del planeta. Imagínense eso: de 62 a 8 personas en un solo año.

Luego considere lo que sabemos del surgimiento de la clase de los que poseen miles de millones. También según Oxfam, apareció un nuevo poseedor de más de mil millones cada dos días en 2017, en tanto que el 82% de la riqueza generada en este planeta ya se iba al 1% más alto de la población, y la mitad inferior de la población mundial no vio aumento alguno en su riqueza. En 2017 (año más reciente del que tenemos cifras) la riqueza total de la clase de los de más de mil millones se expandió en casi el 20%.

Nomi Prins, una ex-funcionaria en Wall Street y autora de "Collusion: Cómo los Banqueros Centrales Manipularon al Mundo" [2018], también observa:

Si la economía mundial está realmente floreciendo, como lo afirman muchos políticos ¿por qué es que los dirigentes y sus partidos en todo el mundo están siendo removidos de manera tan generalizada?

Una respuesta obvia: La 'recuperación' económica posterior a la Gran Recesión estuvo reservada en gran medida a los pocos que podían participar en los mercados financieros ascendentes de esos años, no para la mayoría que seguía trabajando más largas horas, a veces en múltiples empleos, solo para mantenerse a flote. En otra palabras, las buenas épocas han dejado fuera a tanta gente, como aquéllos luchando por mantener unos cuantos cientos de dólares en su cuenta bancaria para casos de emergencia o el 80% de los trabajadores americanos que viven al día.

Esta situación, peligrosamente injusta se refleja en la Francia ruda que yace debajo de la Francia refinada. Quid Verum explica;

Muchos siguen conociendo a Francia a través de la lente de las portadas de la revista Vogue: una nación de gente afluente, feliz, que vive en casas elegantes con vacaciones interminables, vino y comida. Una utopía de elegancia, estilo y chic 24/7.

Es importante observar que esa Francia no existe. Es el mundo de la clase gobernante francesa, menos del 1% de la población.

¿Cree usted conocer la verdadera Francia? Aquí van algunos datos que podrían sorprenderle:

El estado francés ha estado en bancarrota desde el 2004. Finalmente lo reconoció un ministro en 2013.

El PIB de Francia no ha subido arriba del 2% en 50 años.

En 2018, el 14% de la población de Francia vive debajo de la línea de pobreza (ganan menos de el 60% del ingreso medio)

Peor, más del 50% de los franceses tienen un ingreso anual de menos de 20,150 euros al año (como unos $1,900 dólares al mes)

La tasa oficial de desempleo es del 10% — como 3.5 millones de ciudadanos (en realidad es mucho mayor). El desempleo en los jóvenes es del 22%. Sí, lo leyó usted correctamente,

Asombroso pero cierto: el gobierno de Francia emplea al 25% del total de la fuerza de trabajo francesa, y es imposible despedirlos.

Si tan grande y creciente desigualdad está enfilada a una seria violencia civil que hará que los choques del los gilets jaunes parezcan leves, la insensible decisión de los Eurócratas de Bruselas, de otorgarse enormes aumentos en sus propios emolumentos este año, solamente va a inflamar más la situación.

Personificación de su propio interés globalista, el jefe de la Comisión de la Unión Europea, Jean Claude Juncker y el Presidente del Consejo de la Unión Europea, Donald Tusk, son los principales beneficiados. Cada uno se embolsará más de 350,000 libras esterlinas en 2019, haciendo que parezca pequeño el salario de Theresa May como primer ministro, de 150,000 libras esterlinas. 

Adicionalmente, Juncker recibe una prestación residencial de 36,844 libras esterlinas y una generosa cuenta de gastos, cuyos detalles se mantienen secretos. Y el año próximo tendrá derecho de recibir una pensión de por vida, de 52,500 libras esterlinas.

En tanto que los contribuyentes del Reino Unido batallan para lograr ganar para sufragar sus gastos, 250 millones de libras esterlinas se envían de Londres a Bruselas cada semana, con poco que mostrar a cambio. La ampliamente aumentada paga y prestaciones de Juncker y Cía costará 124 millones de libras esterlinas adicionales,

Si alguna vez hubo un ejemplo de ordeña del presupuesto de la Unión Europea, éste es. Juncker y sus compinches son arrogantes a más no poder, respondió David Davis. Arrogancia y desconsideración características, que sólo pueden acabar en lágrimas y sangre. Nomi Prins observa que:

En última instancia, lo que trasciende la geografía y la geopolítica es un subyacente nivel de descontento provocado por la economía del siglo veintiuno y una resultante brecha de desigualdad del tamaño del Gran Cañón, que sigue ampliándose. Vengan las protestas de la izquierda o de la derecha, lo que sigue siendo el meollo del asunto es cómo las políticas fallidas y las políticas apaga fuegos implementadas por todo el mundo, ya no funcionan; por lo menos no cuando se trata del los que no pertenecen al privilegiado 1%.

Y no se equivoquen, en vez de sacrificar su gran fortuna, el 1% hará que el sistema financiero caiga y va a echarle la culpa a Trump, al Brexit, o al 'nacionalismo'. Pueden hacer esto porque tienen reservas financieras y de capital para salir librados de una crisis, y en segundo lugar, como lo demuestra la historia, siempre se recuperan de los terremotos financieros que ellos mismos provocan. Lo que el Primer Ministro del Partido Laborista, Clement Atlee, dijo en su libro Partido Laborista en Perspectiva (1937) se mantiene cierto por todos lados.

Una y otra vez hemos visto que hay en este país otro poder distinto de aquél que tiene su asiento en Westminster. La City de Londres, un término conveniente para designar a una colección de intereses financieros, es capaz de imponerse contra el Gobierno de la Nación. Aquéllos que controlan el dinero pueden seguir una política interior y exterior contraria a la que ha sido decidida por el pueblo. [p, 179]

Él hizo eco de las advertencias de los presidentes Theodore Roosevelt y Dwight Eisenhower acerca de poderes obscuros que manejan el mundo; que podrán ver sus países en llamas antes de hacerse a un lado y poner en riesgo sus mal habidas ganancias y prebendas. A cualquiera que dude de su actual desesperación, capacidad, e intención, le basta con leer nuestros despachos regulares sobre la investigación de la enteramente manufacturada 'colusión rusa': una auto profesada 'póliza de seguro' del así llamado 'Deep State' (miembros influyentes del gobierno, que secretamente manipulan y controlan la política) para destruir a Donald Trump en el caso de que fuera electo. Dos años después, esta traidora operación sigue monopolizando engañosos encabezados que evitan mencionar sus orígenes políticos, los múltiples conflictos de interés del Procurador Especial Robert Muller y su equipo, y las partes inocentes arruinadas por sus tácticas de estado policíaco. Mientras tanto, la importantísima conspiración — un golpe transatlántico contra un presidente debidamente electo — permanece fuera de las noticias, Eso se llama poder bruto!

Un mundo occidental en el que la verdad y la justicia se pervierten tan flagrantemente, en el que a los trabajadores no sólo se les niega un salario justo, sino que se les tima, manipula y maltrata por el 1% superior, está mirando al fondo del cañón. Pues, la historia regularmente demuestra que hay límites a lo que la gente puede aguantar.

Una población puede tolerar ser guiada por una casta élite, mientra esa misma casta pueda proporcionarle beneficios sobre una base continua. Una vez que se comienza a agotar la capacidad de la élite de 'comprar' su consentimiento, la agitación y desobediencia civil están garantizadas.

Pero cuando una élite incompetente cambia, de privar de beneficios a los 'deplorables', a castigarlos y culparlos por la incompetencia de las propias élites, se está aproximando a terreno inexplorado.


Papa prejuiciado

Sería bueno que nuestro pontífice hiciera algunas de estas correlaciones. Pero está demasiado ocupado reprendiendo a los temidos 'populistas' que se resisten a sus afinidades globalistas y a su insensata promoción de fronteras abiertas.

Está ciego al actual cambio consistente en un alejamiento con respecto a los partidos políticos que anteriormente eran dominantes y de los sistemas que los acompañan [como] una verdadera forma de populismo, que genuinamente pondría las necesidades de la mayoría de la gente por encima de los pocos de la élite, construir cosas reales incluyendo infraestructura, promover una distribución orgánica de la riqueza. y estabilizar las economías por encima de los mercados financieros," como lo plantea Nomi Prins.

Tan reacio es Francisco a esta tendencia, que hasta llegó a abandonar el protocolo por evitar reunirse con el político más popular de Italia, el Ministro del Interior Matteo Salvini. "La Iglesia se ha rebajado a pelear contra nosotros. Lo esperaba," dijo Salvini recientemente.

El Papa que no juzga a los sodomitas, que dice no 'hacer' política, que tan cálidamente recibe a ilegales, transsexuales y otros pervertidos, que recomienda a China y otras dictaduras, juzga en cambio intocable e inaccesible al actual hombre fuerte de Italia. ¿Por qué? porque como los Trumpianos y los Brexistas, Salvini está recuperando el control de sus propias fronteras para detener la invasión de inmigrantes ilegales y reafirmar la soberanía y la identidad italianas,

Para este papado, Salvini y las corrientes trans-europeas que él representa — tratando de afirmar la prioridad de las familias católicas y hacer retroceder el hedonismo y el delirio de género — son una afrenta al globalismo y sus 'valores' elásticos, Y así, en un mundo asolado por una perfecta tormenta de comunidades polarizadas, tensiones socio políticas intensificadas, violencia anárquica, y creciente persecución de los cristianos — un mundo en el cual se llama al martirio — no es el Vicario de Cristo en la tierra sino personas como Trump, Orban y Salvini los que se han vuelto ejemplo en las batallas culturales, morales, y religiosas, abanderados de la identidad de los pueblos y de la civilización cristiana.

Qué vergüenza para Francisco! Sin embargo, como lo observa Maceron, bajo esa dirigencia seglar "los partidarios de una Europa de Naciones están más cerca unos de otros que nunca antes."

Con los húngaros, los italianos, y ahora los alemanes, los españoles así como todos los demás europeos que quieren, en paz y amistad dentro del continente, mantener la originalidad de su nación, uno ve la posibilidad de luchar contra las utopías uniformadoras y las oligarquías financieras y cosmopolitas que las apoyan,

Los gilets jaunes y los Brexistas completan esa justa coalición.

En cuanto a nuestra parte como católicos, con el papado en eclipse, debemos mirar más allá de Roma, hacia Santa Juana de Arco y hacia los mártires, para mantener la fe y adquirir la inspiración y la fortaleza necesarias para sufrir las tribulaciones que están por venir.

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