domingo, 31 de mayo de 2020

La Muerte de la Familia en Europa

La Muerte de la Familia en Europa

Por Patricius Anthony
Tomado de: http://traditio.com/feature/family.htm
Traducido del inglés por Roberto Hope

En su incisivo libro Europa y la Fe, Hillaire Belloc escribió lo siguiente:
"Hemos llegado, al fin, como resultado final de esa catástrofe de hace trescientos años, a un estado de la sociedad que no puede perdurar, una disolución de las normas, un derretimiento del marco espiritual tal, que el cuerpo político fracasa. Los hombres por todas partes sienten que un intento de seguir en este camino sin fin, cada vez más obscurecido, es como la acumulación de deuda. Nos alejamos cada vez más de la posibilidad de saldarla. Nuestras varias formas de conocimiento divergen más y más. El concepto de autoridad, el mero principio de la vida, pierde su significado, y este terrible edificio de civilización que hemos recibido en herencia, y que sigue teniendo nuestra confianza, tiembla y amenaza con derrumbarse. Es claramente inseguro. Puede fallar en cualquier momento. Nosotros que aún vivimos, podemos ver que la ruina, cuando venga, no sólo será algo repentino, sino también algo definitivo. En tal encrucijada, sigue permaneciendo la verdad histórica: que ésta nuestra estructura europea, construida sobre el noble fundamento de la antigüedad clásica, fue formada por medio de, existe por, y es consonante con, la Iglesia Católica. O Europa vuelve a la fe o perece. La fe es Europa y Europa es la fe."
¡Comparada con la depravación cultural que permea los tiempos actuales, los principios del siglo XX cuando Belloc escribió estas palabras proféticas parecerían ser el Jardín del Edén! En mayo de 2008, el Parlamento Europeo recibió un estudio del Instituto de Política Familiar, intitulado "La Evolución de la Familia en Europa 2008." Luego de leer su contenido, uno pensaría que un mejor título habría sido "La Degeneración de la Familia Europea."

Una indicio de qué tan bárbara se ha vuelto Europa, puede verse en lo que ahora es la causa principal de muerte entre su población. Y no son causas naturales, sino una no natural: el aborto. alrededor de unos 1.2 millones de bebés no se llevan a término, una manera eufemística de decir que son asesinados. ¿Es de sorprenderse que los Europeos no hayan sido capaces de mantener sus poblaciones?

Reivindicado, aunque tarde, por este estudio, está el Papa Clemente VII y sus venerables sucesores, quienes mantuvieron la decisión de su valiente predecesor, de no conceder a una de las figuras más malvadas de la historia Occidental, Enrique VIII, una 'anulación' de su legítimo matrimonio con Catalina de Aragón. Sólo el Dios Todopoderoso sabe cuántas almas individuales han sido salvadas, familias permanecido intactas, y sociedades conservadas a lo largo de los siglos, gracias a que Sus Vicarios hayan sostenido las enseñanzas de Jesús sobre el Sacramento del Matrimonio. Como lo ha hecho con todo aspecto de la Tradición, sin embargo, la Iglesia del Nuevo Orden se ha unido al mundo moderno con sus escandalosas y extendidas concesiones de 'anulamiento' por razón de casi cualquier causa concebible.

Como lo advirtieron la mayor parte de los papas anteriores al Vaticano II, la fácil accesibilidad del divorcio ha hecho un desastre de la institución del matrimonio, hecho del que Europa está percatándose dolorosamente. Para aquéllos que eligen casarse, más de la mitad no permanecen unidos. La tasa de divorcio ha subido a los cielos: un millón en 2006, 365,000 más que en 1980. De 1996 a 2006 ha habido 10,100,000 rompimientos de matrimonios, que afectaron a unos 15 millones de niños. No es de sorprenderse que las familias disfuncionales sean ahora lo normal. Ya que la fornicación ha dejado de verse mal, sino que está generalmente aceptada, ha habido una vertiginosa caída en aquéllos que eligen casarse. En 2006, hubo 732,752 menos matrimonios que los que hubo en 1980, una caída de cerca del 23%. Además, la disolución del matrimonio ha resultado en una contracción en el tamaño de los hogares europeos a un promedio de 2.4 miembros por hogar, con uno en cada cuatro hogares ocupados por sólo una persona.

El crecimiento poblacional que ha tenido lugar en Europa entre el 2000 y el 2007 es de poco consuelo. De las 14.2 millones de personas agregadas, 12 millones (84%) fueron inmigrantes. La población de inmigrantes ya llega a 27 millones, como 5.5%  de la población total. Estas cifras, por supuesto, no toman en consideración las desastrosas consecuencias de la inmigración ilegal, la cual los hacedores de política han hecho muy poco por detener y, en muchos casos, la han ciertamente fomentado. En tanto que el Instituto de Política Familiar reportó sus hallazgos en los términos más sobrios, utilizando frases tales como el 'continente de los mayores' e 'invierno demográfico,' sus recomendaciones de política harán poco para corregir la deteriorante situación. La revitalización de la familia tampoco vendrá bajo la hornada actual de políticos, cuyas acciones, en gran parte, han contribuido a acrecentar el problema.

Aun cuando el feminismo radical, la inmigración, los estilos de vida alternativos, el materialismo, y la contra-concepción han sido citados por los observadores como causas de la disolución de la familia, son, en realidad, síntomas de una crisis más fundamental que ha afectado a Europa por ya bastante tiempo y de la cual Belloc habló tan elocuentemente en varias ocasiones: la pérdida de la verdadera Fe. La Revolución Protestante y la sucedánea separación de la Iglesia de territorios anteriormente católicos, ha sido la causa final no sólo de la desintegración de las familias, sino de la des-civilización de las sociedades, tanto en Europa como en Norte América. 

Esta situación es especialmente trágica porque fue en la Cristiandad Europea donde la Fe alcanzó su mayor florecimiento. El santo resultado de que el hombre occidental haya abrazado el catolicismo vio no sólo el desarrollo de culturas diversas y vibrantes con sus usos, costumbres y tradiciones particulares, sino también de sociedades que consistían de estructuras familiares sólidas, cuya fertilidad produjo poblaciones crecientes. De manera más importante, las familias europeas destacaban las vocaciones religiosas como la ocupación más valiosa que uno podía seguir. No hay duda de que ese aliento inspiró a innumerables almas a renunciar a los placeres de este mundo por una vida de sacrificio por la Cruz de Cristo.

¿Es la Cristiandad perfecta? Por supuesto que no. Sin embargo, en su mayor parte los europeos comprendían el fin de la vida y se daban cuenta de que la Providencia les había dado el deber de nutrir la fe no sólo entre los suyos, sino de llevarla, transmitirla, y evangelizar tan lejos hasta donde fuera posible y de convertir tantas almas como fuera posible. Las Cruzadas, la Cristianización del Nuevo Mundo, y la Inquisición fueron sólo algunos de los ejemplos del 'excepcionalismo' europeo, que a fin de cuentas surgía de una entrega y un amor a Dios y a su Santa Iglesia.

La institución que inspiró la grandeza espiritual de Europa, se ha unido, desde el Concilio Vaticano II, a las naciones que abandonaron la Cristiandad en el rechazo suicida al Dios Todopoderoso. En vez de una verdadera adoración de su Creador, como se practicaba y se oía en miles de iglesias catedrales, monasterios, y casas de religiosos que coloreaban el paisaje de Europa, la Iglesia del Nuevo Orden ofrece un servicio litúrgico espúreo, inválido, y sacrílego, la antítesis de lo que Dios había mandado específicamente en Su honor y para la salvación de las almas.

Algunos Neo-católicos conservadores creen ingenuamente que Benedict Ratzinger habrá de llevar a una restauración de la cultura católica. un número de esos neo-conservadores que proclamaban sus supuestas "credenciales tradicionales", con frecuencia critican a los hacedores de política que proponen reformas para los problemas sociales que los mismos políticos crearon en primer lugar. ¿Dónde está el escrutinio y la hostilidad hacia Benedict-Ratzinger, que fue uno de los arquitectos de la religión del Nuevo Orden que suplantó a la fe tradicional? ¿Y dónde está la indignación de estos neo-conservadores por el deliberado encubrimiento de sus pervertidos subordinados que han violado y atacado a niños? Para muchos neo-conservadoras, el rescate de los sistemas financieros mundiales ha sido un "pecado" y una farsa mucho más graves que las abominaciones que han ocurrido bajo los reinados de Benedict-Ratzinger y de sus predecesores post-conciliares.

La revitalización de las familias europeas no vendrá de las urnas electorales ni de políticas públicas. En lugar de ello, debe haber una re-conversión espiritual, tanto de las naciones como de la Fe, que en un tiempo estuvieron enlazadas tan íntimamente. Hasta que este hecho sea reconocido, las familias europeas seguirán deteriorándose, y las perniciosas consecuencias sociales de su desaparición sólo habrán de empeorarse.

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