domingo, 9 de marzo de 2014

La Fe en Europa. I

LA FE EN EUROPA

Conferencia dictada por el Dr. John Dudley el 4 de abril de 2013 en el Fisher More College de Fort Worth, Texas.

Fuente: http://angelqueen.org/2014/03/05/the-talk/

Traducido al español por Roberto Hope


El tema de esta noche daría material para un libro entero, pero en el tiempo que dispongo sólo puedo dar un bosquejo de algunas de las características más sorprendentes del estado actual de la fe en Europa. Me pareció mejor pintar primero un cuadro general de la situación y luego tratar de hacer un análisis de las causas de esta situación.


PARTE I
CREENCIA EN DIOS
Al hablar de la fe en Europa, la primera pregunta que debemos hacernos es probablemente ¿cuántos europeos creen que hay un Dios? La encuesta Eurobarometer del 2010, llevada a cabo por la Unión Europea, mostró que el 51% de los europeos creen que hay un Dios. Otro 26% creen que existe un espíritu o fuerza de vida, y el 20% creen que no hay un Dios ni clase alguna de espíritu o fuerza de vida. En la República Checa sólo el 16% de la población cree que hay un Dios, en Estonia el 18%, en Inglaterra el 37%. Es de notar que de los diez países donde más del 50% de la población cree en Dios, todos son países predominantemente católicos u ortodoxos. Por consiguiente, puede decirse que todos los países que fueron anteriormente protestantes son ahora países ateos. Los tres países predominantemente Ortodoxos, a saber: Rumania, Chipre y Grecia, tienen la tasa más alta en Europa de creyentes en Dios; la excepción católica entre los de mayor creencia en Dios es Malta.
Según la encuesta Eurobarometer del 2006, el 46% de los europeos piensan que “el lugar que ocupa la religión en nuestra sociedad es demasiado grande.”
En 2010 Eurobarometer descubrió que, al pedir que se escogieran tres de una lista de doce “valores”, sólo el 6% incluyó la religión entre sus tres valores principales. Los valores más importantes señalados, en orden de importancia, para los europeos son la paz, los derechos humanos, el respeto a la vida humana, la democracia, el estado de derecho, la libertad individual, la igualdad, la tolerancia, la solidaridad, la auto-realización, el respeto a otras culturas y, en último lugar, la religión
Ahora paso a la ASISTENCIA A MISA
Si queremos hablar de la fe en Europa, otro de los indicadores más obvios debe ser la asistencia a Misa los domingos. Aquí las cifras hablan por sí solas. Ha habido una caída dramática en la asistencia a Misa los domingos en los países europeos en los últimos cincuenta años. Por ejemplo, en España, el número de aquéllos que se dicen católicos y van a misa en domingo cayó del 44% en 1980 al 34% en 1990, al 30% en 1995 y al 19% en el 2005. En Alemania en 1980 el 35% de los católicos dijeron que iban a misa los domingos, en 1990 el 30%, en 1995 el 27% y en 2005 el 22%. En Holanda en 1980 el 36% de los católicos dijeron que iban a Misa los domingos, en 1990 el 30%, en 1995 el 19% y en 2005 el 7%. Además de eso el número de personas que declaran ser católicos también ha caído de manera dramática.
No hay un solo país en Europa donde la asistencia a misa los domingos haya aumentado.
Otro reflejo de la fe pudiera ser el número de sacerdotes que ha dejado su ministerio.
SACERDOTES QUE HAN DEJADO SU MINISTERIO
En 2006, 49,631 parroquias en el mundo carecían de un sacerdote residente. A pesar de que el número de católicos en el mundo casi se duplicó entre 1970 y 2008, subiendo de 653 millones a 1,166 millones, el número total de sacerdotes cayó de 419,728 a 409,166. Esto significa que la relación de fieles a sacerdotes casi se ha duplicado en los últimos 40 años.
En base a las estadísitcas que las diócesis envían al Vaticano, de 1964 a 2004, 69,063 sacerdotes dejaron su ministerio y 11,213 sacerdotes volvieron a su ministerio, haciendo un neto de 57,850 sacerdotes que dejaron su ministerio y ya no volvieron. Esto equivale a un promedio anual de 1701. El número de sacerdotes que han dejado su ministerio sigue siendo de más de mil por año. En promedio, los sacerdotes dejan su ministerio después de 13 años y esperan, en promedio, otros diez años antes de solicitar al Vaticano que los devuelva al estado laico. De aquéllos que piden dispensa de sus deberes sacerdotales, el 50.2% ya han contraído un matrimonio civil, el 14.5% están en situación de cohabitación y el 35.2% vive solo.
Un considerable número de ex-sacerdotes son aceptados por los obispos para desempeñar labores eclesiales. Tambén hay asociaciones de sacerdotes casados que ofrecen servicios sacerdotales a fieles que se hallan en una situación irregular y no pueden usar los servicios de sacerdotes legítimos. Un número de sacerdotes casados ofrecen también servicios a grupos protestantes y a otras sectas.
Si comparamos con la situación anterior al Concilio Vaticano II, podemos observar un gran cambio. De 1914 a 1962, un total de 810 sacerdotes solicitaron su laicización a la Congregación para la Doctrina de la Fe. Eso da un promedio de 17 por año, y de esas solicitudes al 61% le fue negada. Pero de 1964 a 1988 un total de 44,890 sacerdotes solicitaron su retorno al estado laico, o sea un promedio de 1870 por año, y solamente al 8% le fue negado.
El número total de Católicos en Europa es de cerca de 280 millones, comparado con sólo 77 millones en Norte América. Pero en el período de quince años entre 1985 y 2001, el número de católicos en Norte América aumentó el 20%, en tanto que en Europa subió sólo el 1%. El porcentaje de sacerdotes en este período cayó el 16% en Norte América y el 11% en Europa.
Fuera del número de sacerdotes que han dejado el sacerdocio, ha habido un número considerable de sacerdotes, tanto en Europa como en otras partes, que han llevado una vida escandalosa. Algunos han sido pedófilos, otros homosexuales, otros han procreado hijos. Uno de los casos más famosos en Europa es el del obispo Casey de la Diócesis de Galway en Irlanda, quien procreó un hijo de una mujer divorciada en 1974. Eso fue dado a conocer a la prensa en 1992 y señala el principio de la gran decadencia de la Iglesia Católica en Irlanda. Otro caso famoso en Bélgica es el de Roger Vangheluwe, obispo de Brujas, cuya renuncia fue aceptada por Roma en 2010 cuando salió a la luz que era pedófilo y que había abusado de dos de sus sobrinos a lo largo de un período de 13 años. El 25 de febrero de este año el cardenal escocés Keith O'Brien renunció y ya no asistió al cónclave en Roma luego de que fue acusado de 'actos impropios' con sacerdotes. No es necesario decir que es importante ver estos casos en perspectiva. La inmoralidad entre sacerdotes no es algo nuevo en la Iglesia Católica. Un ejemplo que viene a la mente es el del Cardenal Tomás Wolsey, el famoso cardenal de la época de Enrique VIII, que tuvo dos hijos ilegítimos. El ejemplo más famoso es el del Papa Alejandro VI, quien reinó de 1492 a 1503 y engendró 12 hijos de varias amantes. Así pues, aunque la inmoralidad no es algo nuevo, lo que ciertamente es nuevo es la mayor escala de inmoralidad entre sacerdotes, particularmente en comparación con el período desde el Concilio de Trento hasta los años sesentas del siglo pasado.
Mi tesis en este ensayo es que la caída de la fe en Europa, y de hecho también en el resto del mundo, ha llevado a la caída de las normas morales, y esto se ve de lo más claro cuando observamos la familia. Viceversa, desde luego, el resquebrajamiento de las normas morales ha correspondido a una caída en la fe.
Veamos por consiguiente a la familia. En lo que atañe a la familia, me parece que el Cristianismo tiene normas más altas que cualquier otra religión, pues el Cristianismo es la única religión que prohibe el divorcio. De hecho Cristo llegó hasta a decir que un hombre que simplemente mire a una mujer de manera lujuriosa ha cometido adulterio con ella en su corazón. Hasta los Apóstoles se sorprendieron de la severidad de Jesús en relación con el divorcio. Todas las demás religiones permiten el divorcio bajo ciertas circunstancias y por consiguiente no proporcionan el grado de protección a la familia que da el cristianismo. Permítanme, por lo tanto, comenzar mi examen de la moral de la familia con un examen del divorcio.
DIVORCIO
Hoy en día, los dos únicos países en el mundo donde el divorcio sigue estando prohibido son las Filipinas y el Estado Vaticano. Sin embargo, la aceptación del divorcio es un acontecimiento muy reciente. El origen del divorcio moderno se remonta a la época de la Reforma y comienza en las regiones calvinistas de Suiza en 1547, y Escocia aceptó al adulterio como justificación para el divorcio alrededor de 1560. El divorcio fue reconocido legalmente en el estado norteamericano de Maryland en 1701. Sin embargo, la primera aceptación del divorcio en gran escala en el mundo occidental fue llevado a efecto por la atea Revolución Francesa en 1792. Fue posteriormente vuelto ilegal durante la restauración de la monarquía en 1816. Fue introducido en Prusia en 1794. En Inglaterra, hasta 1857, el divorcio sólo se concedía mediante acto del Parlamento y por lo tanto era asequible sólo a los ricos, principalmente hombres. En la mayoría de los países católicos el divorcio no fue legalizado hasta después del Segundo Concilio Vaticano. Fue legalizado en Italia en 1870, en Portugal en 1975, en España en 1981, en Irlanda en 1996 y en Malta en 2011.
La asequibilidad del divorcio conduce siempre a tasas mucho mayores de rotura del vínculo matrimonial y lleva finalmente, como podemos verlo hoy en día, a una caída de la institución del matrimonio. En 2001, por primera vez, el número de divorcios en Bruselas excedió el número de matrimonios. Yo me crié en Irlanda, y cuando era un niño la palabra divorcio jamás se mencionaba, salvo en voz baja como un terrible mal que existía en Inglaterra. Cuando el divorcio no es accesible, la gente obviamente no piensa en él y se pone a resolver sus dificultades maritales de otra manera. Debe ser difícil para un auditorio americano aun imaginar un país civilizado donde no exista el divorcio, ya que la gente se ha vuelto tan imbuida con la idea de que el divorcio es un derecho humano. Pero en realidad lo opuesto es la verdad. Cada uno de los cónyuges tiene el derecho al amor que le prometió el otro, y los niños tienen el derecho al amor de uno al otro de sus padres. Cualquiera que se case con la idea de que si no funciona puede divorciarse, de hecho no está casándose para nada; así pues, un número muy grande de matrimonios no son válidos por esa misma razón.
Podemos decir entonces que el fracaso de los matrimonios que ha seguido a la proliferación del divorcio ha conducido a la pérdida de la fe en Europa y otras partes, ya que en la Iglesia Católica uno no puede divorciarse y volverse a casar (por lo menos sin anulación de por medio) y por consiguiente, todos los que se vuelven a casar civilmente son excluidos de la Santa Comunión y gradualmente en muchos casos, pierden la fe.
La existencia del divorcio es así el primer factor que mina la fe. Históricamente las leyes del aborto siempre han venido luego de haberse liberalizado el divorcio, y nunca ha ocurrido lo opuesto. Siempre me sorprende por esta razón que en los EUA, donde hay tan fuerte campaña para prohibir el aborto, no haya campaña alguna, de que yo esté enterado, en pro de la abolición del divorcio. Sin embargo, la accesibilidad del divorcio es la raíz de la mentalidad liberal que conduce al aborto y a numerosos otros males.
ADULTERIO
Quisiera ahora hablar del adulterio, ya que desde tiempo inmemorial se ha entendido que el adulterio es la causa principal del rompimiento del matrimonio. Se había entendido desde los tiempos más antiguos que el matrimonio debe ser protegido mediante leyes que prohíban el adulterio.
Si una sociedad abole las leyes contra el adulterio, se desprende que ya no le da valor al matrimonio. Por esta razón, es muy sorprendente que el adulterio, que había sido una ofensa criminal en todo país europeo, haya dejado de ser un crimen en todos los países. Ni siquiera se toma en consideración en los llamados 'divorcios sin cónyuge culpable', de manera que la parte que ha sido ofendida no recibe tipo alguno de compensación de la parte que causó la ofensa. Ya no se acepta que haya nada malo en cometer adulterio ni romper un matrimonio. Claramente en tal ambiente estamos muy lejos de la fe religiosa.
Así pues, el adulterio ha sido descriminalizado en Europa, en tanto que a pricipios del 2013 el adulterio era todavía una ofensa criminal en 23 estados de la unión americana. Esta es una gran diferencia que hay entre Europa y los Estados Unidos. Si vemos otros continentes, el adulterió sigue considerándose un grave crimen en numerosos países africanos y asiáticos, y en la ley sharia islámica es castigado con lapidación. En India un hombre puede ser sentenciado a hasta cinco años de prisión aunque, por extraño que parezca, una mujer no puede ser condenada.
ANTI-CONCEPCIÓN
No puedo hablar del adulterio, la causa primaria y más obvia del divorcio, sin hablar del crimen de la anti-concepción. Probablemente nada haya hecho más por la destrucción de la familia que la anti-concepción. En los tiempos anteriores a que surgiera la anti-concepción, la mujer tenía que ser muy cuidadosa de evitar contacto con hombres fuera del matrimonio, pues podía quedar embarazada. De manera semejante, los hombres tenían que temer las consecuencas de procrear un hijo ilegítimo. Más que cualquier otra cosa, el temor de un embarazo indeseado mantenía la moralidad de los hombres y de las mujeres. Al mismo tiempo, la iglesia ha enseñado claramente, que el acto sexual fuera del matrimonio es un pecado mortal.
La fácil accesibilidad de la anti-concepción ha producido una sociedad promiscua y ha llevado al adulterio a gran escala, destruyendo numerosos matrimonios de esa manera. Se ha vuelto posible a los hombres utilizar a las mujeres como meros objetos sexuales y a las mujeres utilizar a los hombres para adquirir poder. La anti-concepción ha llevado a separar al sexo del embarazo. Ha conducido a la idea de que la maternidad es algo de importancia secundaria para una mujer, poniéndolo en segundo lugar después de la carrera profesional. Ha sacado al amor del matrimonio, poniendo una barrera entre el marido y la mujer y haciendo a la mujer disponible todo el tiempo. El embarazo es visto como una amenaza y un peligro. Finalmente, cuando la anti-concepción falla, como sucede regularmente, conduce a la idea de que el aborto es un derecho, como un recurso contra la anti-concepción que no funciona. El Papa Pablo VI en su famosa encíclica Humanae Vitae de 1967, sostiene la enseñanza tradicional de la Iglesia contra la anti-concepción en términos de lo más inequívocos. La anti-concepción es un gran peligro contra la fe.
ABORTO
Habiendo hablado de la anticoncepción, pasemos al aborto.
El aborto sin restricción alguna está accesible en numerosos países de Europa, incluyendo Albania, Alemania, Bélgica, Bielorrusia, Bosnia, Croacia, Dinamarca, Eslovenia, Estonia, Grecia, Holanda, Hungría, Inglaterra, Latvia, Lituania, Macedonia, Noruega y Suecia. También está accesible en todos los demás países europeos, excepto Malta, con algunas restricciones. En Irlanda es accesible solamente cuando la vida de la madre está en peligro, pero un número considerable de mujeres irlandesas procuran el aborto en Inglaterra.
Las cifran de terminación de embarazos en Europa son más bajas en Malta, con el 1.3% e Irlanda con el 5.6%. Las cifras son mucho más altas en aquellos países donde el aborto es fácilmente accesible. Alrededor del 12% de todos los embarazos en Bélgica terminan en aborto; alrededor del 14% en Alemania, cerca del 16% en Portugal, del 19% en España; más del 20% en Francia y en Inglaterra, más del 30% en Hungría, 32% en Rumanía donde bajó del 76% que ocurría antes de 1990 o 1991, año en el que cayó la Cortina de Hierro; cerca del 45% en Rusia, donde bajó de más del 60% que prevalecía durante el período de 1960 a 2001.
Uno debe tener en cuenta que la aparente estabilidad en el número de abortos en los años recientes está falseada por el aumento en la accesibilidad de la píldora del día siguiente y de varios otros así llamados medios anti-conceptivos que en realidad producen el aborto.
El porcentaje de embarazos que terninan en aborto está influido claramente por el grado de facilidad con que puede conseguirse un aborto. Está muy claro que en el año en que se introdujeron o liberalizaron las leyes del aborto en cada país europeo, subió el número de abortos de manera muy dramática. Por ejemplo, en Italia el aborto era ilegal hasta 1978. Pero tan pronto como se permitió, la tasa de abortos creció de casi cero al 20% en un año. Este es un aumento enorme aun tomando en consideración cierto número de abortos clandestinos que ocurrían antes de su legalización.
Durante los últimos cincuenta años desde el Concilio Vaticano II, el aborto ha sido introducido en un país europeo tras otro, y Malta e Irlanda son los dos países que aún quedan donde el aborto no se permite, salvo cuando la vida de la madre está en peligro.
En comparación, no se permite el aborto en muchos de los países islámicos, tales como Irán, Egipto, Indonesia, Iraq, Siria, Afghanistán; en un número de países católicos pobres, como Filipinas, El Salvador, Colombia y Chile, y en un número de países negros africanos.
Una de las características de la vida americana que llaman la atencón al visitante europeo es la fuerza del movimiento pro-vida. Ciertamente hay movimientos pro-vida en varios países europeos, pero éstos no son nada comparables en fuerza como los de EUA. No obstante, debo aclarar, que la tasa de abortos en los Estados Unidos es, a pesar de ello, comparable a aquélla de la mayor parte de los países de Europa Occidental. Por consiguiente, yo sugeriría que la solución fundamental es que la sociedad comience a llevar una forma de vida más moral.
Yo arguiría que la mentalidad liberal aparece primero en su exigencia de la accesibilidad del aborto y luego en la exigencia del aborto mismo.
ILEGITIMIDAD
Ahora paso al tema de la ilegítimidad.
La liberalización del divorcio y el aumento resultante en el resquebrajamiento del matrimonio han llevado a otro fenómeno, la desaparición gradual del matrimonio mismo. Esto se ve con claridad en el aumento extraordinario en el nacimiento de hijos ilegítimos en todo el mundo. El número de niños nacidos fuera de matrimonio ha aumentado dramáticamente en los años recientes. En los países desarrollados, aquéllos con el menor número de casos son Corea, Japón y Grecia, con menos del 10%. Entre el 10% y el 20% de todos los niños que nacen en Suiza e Italia son ilegítimos. La cifra es de entre el 20% y el 30% en Polonia, Canadá, Malta y Lituania; entre el 30% y el 40% en Eslovaquia, Luxemburgo, España, Alemania, Irlanda, Australia, Portugal, la República Checa, los EUA, Austria y Hungría; entre el 40% y el 50% en Finlandia, Holanda, Latvia, Bélgica, el Reno Unido, Dinamarca y Nueva Zelanda; entre el 50% y el 60% en Bulgaria, Francia Eslovenia, Suecia, Noruega, México y Estonia, y el líder mundial en hijos ilegítimos es Islandia, con el 65% de todos los niños, nacidos fuera de matrimonio.
El promedio de todos los países desarrollados es del 38%. Debe hacerse notar que las parejas que viven en las llamadas “uniones civiles” son consideradas cual si fueran matrimonios para fines de estas estadísticas. Así pues, el 38% de todos los niños que nacen vienen de padres que no han hecho compromiso oficial alguno entre uno y otro. Esto significa que un considerable porcentaje de la población de los países desarrollados ya no considera al matrimonio como algo necesario para traer niños al mundo. Esta actitud es claramente incompatible con la fe, ya que la fe exige un compromiso total entre los esposos.
MATRIMONIO DEL MISMO SEXO
El ataque más reciente a la familia ha sido la introducción del llamado 'matrimonio del mismo sexo'. El pecado contra natura fue primero hecho aceptable y popularizado en las últimas décadas del Siglo XX. Ahora está volviéndose más y más difícil decir nada en público contra eso. Por ejemplo, un pastor protestante en Suecia fue condenado a una sentencia de cárcel por un sermón en el que se refirió a pasajes de la Biblia en los que la práctica es condenada como sodomía, el pecado que llevó a Dios a destruir la ciudad de Sodoma.
Llegó el momento al inicio del nuevo milenio para que los homosexuales alegaran que su relación era un matrimonio, aun cuando es precisamente lo opuesto a un matrimonio, pues falta la necesaria complementareidad del hombre y la mujer. Hoy en día hasta en escuelas católicas de Europa se les enseña a los niños que deben respetar la práctica de la homosexualidad. Sin embargo, hace poco más de cien años, el famoso dramaturgo inglés Oscar Wilde fue sentenciado en Inglaterra a dos años de trabajos forzados por el delito de crasa indecencia. Hoy, el primer ministro de Bélgica es un homosexual activo. No es que su moralidad sea inferior a la del presidente de Francia, que vive abiertamente en el Palacio del Eliseo con su concubina, o a la del primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, que llevaba la vida de los más decadentes de los emperadores romanos. Hasta donde estoy enterado, no ha habido hasta ahora un presidente de los EUA que haya sido homosexual o que haya vivido públicamente con su concubina.
El 'matrimonio' homosexual ha sido legalizado en 11 países hasta ahora, de los cuales 8 están en Europa. El primer país que lo llevó a cabo fue Holanda en 2001. También ha sido legalizado en partes de otros tres países. Otros 11 países están en proceso de aprobar legislación que permita el matrimonio homosexual. Debe haber poca duda de que muchos otros países seguirán el ejemplo. Sin embargo, un número de paises africanos de raza negra, tales como Nigeria y Kenia, han reaccionado fuertemente contra esto, ya que va enteramente contra su cultura, como de hecho hasta años recientes había sido contra su cultura en los países occidentales. En Uganda, la práctica homosexual se castiga con la pena de muerte en el caso de transgresores reincidentes. De manera semejante, si volteamos hacia los países islámicos, hallamos que las prácticas homosexuales son castigadas con la pena de muerte en Afghanistán y por sentencias de cárcel en Egipto, Pakistán, Uzbekistán y Malasia, donde el antiguo primer ministro Anwar Ibrahim fue puesto en prisión con base en esto.
Me parece irónico que la exigencia de matrimonio por homosexuales siga creciendo, cuando al mismo tiempo el porcentaje de parejas de novios heterosexuales que desean casarse va cayendo continuamente. Las parejas del mismo sexo parecen desear obtener la respetabilidad del matrimonio, cuando más y más parejas heterosexuales prefieren evitar el nivel de compromiso que entraña el matrimonio. Lo que tienen en común estos dos fenómenos es que el matrimonio y la familia están siendo erosionados gradualmente.
Si se me pidiera, pues, caracterizar el cambio en la moral que ha tenido lugar durante los últimos cincuenta años, yo diría en primer lugar que ha sido la destrucción de la familia como unidad básica de la sociedad.
EUTANASIA
Pero la familia no es el único campo en la que la moral ha decaído en los últimos cincuenta años. Yo argumentaría que las normas han caído en cada aspecto de moralidad. Mencionaré sólo un un ejemplo, el de la eutanasia: Holanda y Bélgica (desde el 2002) y Luxemburgo (desde el 2008) son hasta ahora los únicos países que han legalizado la eutanasia, que significa la deliberada muerte de un paciente a petición suya. En Suiza y en los estados de Oregon, Washingon y Montana de los Estados Unidos, se permite el suicidio asistido. Esto también es claramente incompatible con la fe



En la siguiente parte se tratará de analizar las causas que han dado origen a este trágico estado de cosas.

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